Las vacaciones de Semana Santa dejaron un saldo doloroso en Nicaragua: al menos 58 personas perdieron la vida en distintos hechos trágicos, incluyendo accidentes de tránsito, ahogamientos y crímenes violentos, según un monitoreo por DaríoMedios Internacional.

Hasta las 5 de la tarde del Domingo de Resurrección, se contabilizaban 25 muertes por inmersión, 21 víctimas por accidentes viales y 12 personas asesinadas, entre ellos dos femicidios.

Los motociclistas volvieron a encabezar las estadísticas de fatalidad en las carreteras, con 12 fallecidos, mientras que tres peatones también murieron, entre ellos Ervin Santiago Reyes Galeano, de 29 años, atropellado el domingo 13 de abril en Murra, Nueva Segovia, por una motocicleta conducida por un menor de 17 años.

Tres de los fallecidos en accidentes viales murieron en el hospital Antonio Lenín Fonseca de Managua, a donde fueron llevados con heridas de gravedad. Una de ellas fue Aleyda Pérez Gámez, originaria de Madriz, quien perdió la vida el Miércoles Santo a causa de un accidente ocurrido en la carretera entre Telpaneca y San Juan del Río Coco.

Ocho menores entre los ahogados

El drama también tocó con fuerza en los balnearios y ríos del país. Ocho de los ahogados eran menores de edad. Entre ellos, un niño de 6 años y su prima de 9, quienes se ahogaron el miércoles 16 de abril en un río de Bluefields.

Ese mismo día, en la playa El Tránsito, León, murieron ahogados un niño de 10 años, de apellidos Olivas Ríos, y su padre, Jimmy Nelson Olivas Cruz, de 37 años. En Pantasma, Jinotega, otro menor, identificado por sus iniciales YACM, también falleció ahogado este domingo.

A esta lista se suma una niña de 4 años que se ahogó en el estero de Pochomil el Jueves Santo, y una adolescente de 15 años, identificada con las iniciales RMG, que murió en el balneario El Recreo, en El Rama, Costa Caribe Sur.

La mayoría de los ahogamientos ocurrieron en la Costa Caribe Sur (6 casos), seguidos por los departamentos de Managua y Rivas, con 5 muertes cada uno.

Violencia que no se detiene

Además, la violencia criminal no se detuvo ni durante las festividades religiosas. Doce personas fueron asesinadas con armas de fuego, cuchillos o machetes. De las víctimas, dos eran mujeres.

A pesar del discurso oficial de tranquilidad y seguridad durante los días santos, los números dejan al descubierto otra realidad. Semana Santa terminó teñida de luto para decenas de familias en todo el país.