Monseñor Silvio Báez recibe el premio Pacem in Terris 2025 y denuncia que “Nicaragua es una gran prisión”
El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, exiliado desde 2019, alzó nuevamente su voz contra la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo al recibir el prestigioso premio Pacem in Terris 2025, en una emotiva ceremonia celebrada en la Catedral del Sagrado Corazón de la Diócesis de Davenport, en Iowa, Estados Unidos.
ESCENARIO NACIONALNACIÓN
Darío Medios
7/11/20253 min read


El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, exiliado desde 2019, alzó nuevamente su voz contra la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo al recibir el prestigioso premio Pacem in Terris 2025, en una emotiva ceremonia celebrada en la Catedral del Sagrado Corazón de la Diócesis de Davenport, en Iowa, Estados Unidos.
Báez denunció que “Nicaragua es una gran prisión” bajo un régimen que, según dijo, aplasta toda disidencia y niega a su pueblo las libertades más básicas. “El régimen dictatorial que se ha instaurado en mi país continúa oprimiendo, aplastando toda disidencia, negando a nuestro pueblo la dignidad más básica y convirtiendo al país entero en una gran prisión”, afirmó con firmeza durante su discurso.
El galardón le fue entregado por su compromiso profético con la justicia y la paz, y Báez lo dedicó a la Iglesia católica perseguida, a los asesinados, a los presos políticos y a todo un pueblo que, a pesar del dolor y el exilio, no deja de soñar con una Nicaragua libre.
Premio dedicado al pueblo nicaragüense
Durante la eucaristía concelebrada con el obispo Dennis G. Walsh, Báez subrayó que el reconocimiento no era personal, sino colectivo. “Este premio no es un honor personal, sino un reconocimiento a la lucha incansable de muchos nicaragüenses valientes y dignos que han trabajado y continúan trabajando por la paz, la libertad y la defensa de los derechos humanos en nuestro país”, expresó.
“La presión oportuna de la comunidad internacional es necesaria. No nos cansaremos de seguir luchando pacíficamente por justicia y libertad en Nicaragua”, concluyó el obispo con un mensaje de esperanza. La voz de Báez, silenciada en su país pero amplificada en el exilio, sigue siendo faro de dignidad frente a un régimen que intenta callar toda disidencia
El Pacem in Terris, creado en 1964 en honor a la encíclica homónima del papa Juan XXIII, ha sido entregado anteriormente a figuras como Martin Luther King Jr., la madre Teresa de Calcuta y el arzobispo Desmond Tutu. El nombre de Silvio Báez se suma ahora a esa lista histórica como símbolo de resistencia moral y religiosa frente al autoritarismo.
Iglesia Católica es perseguida en Nicaragua
La represión contra la Iglesia católica en Nicaragua se ha intensificado desde abril de 2018, cuando estallaron las protestas sociales contra el régimen. Mientras miles de nicaragüenses salían a las calles exigiendo democracia y libertad, numerosos sacerdotes abrieron las puertas de sus templos para dar refugio a manifestantes heridos o perseguidos, lo que los convirtió en blanco del régimen.
Desde entonces, la dictadura de Ortega ha ordenado el cierre de más de una veintena de medios de comunicación católicos, ha encarcelado a religiosos incluido el obispo Rolando Álvarez, quien pasó más de 500 días en prisión, y ha expulsado a órdenes religiosas, entre ellas las Misioneras de la Caridad.
La estrategia de hostigamiento ha incluido además la confiscación de bienes eclesiásticos, la expulsión de sacerdotes extranjeros y el cierre de universidades y escuelas católicas. A pesar de ello, la Iglesia ha mantenido una postura crítica frente al régimen, convirtiéndose en una de las pocas voces que aún defienden los derechos humanos dentro del país.
“La Iglesia nicaragüense, incluso entre adversidades y sufrimientos, ha permanecido al lado de quienes más sufren”, afirmó Báez, quien también hizo un llamado a la comunidad internacional a no normalizar las dictaduras ni permanecer indiferente ante la represión y violación a los derechos humanos en Nicaragua.
