Monseñor Báez: “Aprendamos a respetar la dignidad de los demás sin usarlos como objetos”
Desde el exilio, Silvio José Báez llamó a respetar la dignidad humana, rechazar el odio y el egoísmo, y optar por la paz, el perdón y la solidaridad como camino para sanar a las familias y a una Nicaragua marcada por la represión y la desesperanza.
ESCENARIO NACIONALNACIÓN
DaríoMedios Internacional
12/21/20253 min read


Durante la misa del cuarto domingo del tiempo litúrgico de Adviento, celebrada en la iglesia Santa Ágata, en Miami, Estados Unidos, monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, al reflexionar sobre el Evangelio de Mateo que anuncia el nacimiento de Jesús, articuló un mensaje en el que hizo un llamado a los creyentes a dejar el odio y vivir en paz, sin dañar ni usar a las personas como objetos.
Báez exhortó a los fieles a tomar el ejemplo de san José, a quien describió como un hombre bueno y benevolente, para hacer el bien en la sociedad. Sin mencionar nombres, llamó también a los líderes políticos a evitar discursos de odio que confrontan y dividen a la sociedad, a fin de prevenir discordias.
“También nosotros podemos aprender de san José a tratarnos como hermanos y hermanas, no como rivales o enemigos. De san José aprendemos a respetar la dignidad de los demás sin irrespetarlos o dañarlos, y sin manipular ni usar a nadie como si fuera un objeto”, reflexionó monseñor Báez.
En una Nicaragua donde las familias viven sometidas por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, monseñor Báez exhortó a la población a perdonar, a pensar en los demás y a dejar de lado los intereses personales, como camino para lograr la paz y sacar adelante al país, donde las familias puedan vivir en una paz verdadera.
“Nuestras familias serán más felices si, en lugar de la ofensa, preferimos la comprensión; si, en lugar de la ira, elegimos la bondad y el perdón. Construiremos sociedades más humanas y prósperas si pensamos más en los demás y menos en nuestros propios intereses; si optamos por la tolerancia y el diálogo; si somos artesanos de paz y no artífices de división; si desafiamos la injusticia y la opresión no con la violencia, sino con la verdad, la valentía y la solidaridad”, manifestó el obispo.
No caer en la desesperanza
Durante su homilía, monseñor Báez explicó también que san José, al enterarse de que María estaba embarazada, vivió una experiencia difícil y, lejos de dejarse dominar por la ira, se aferró a Dios, quien transformó sus temores en amor y compasión, abriéndole nuevos horizontes en medio de la oscuridad.
“La experiencia de san José nos enseña que Dios no actúa solamente a través de los momentos luminosos y las experiencias agradables de la vida, sino que puede hacerse presente también a través de nuestras dudas, miedos, tristezas y debilidades. Hay que aprender a descubrir la presencia de Dios allí donde parece estar ausente. En medio de la oscuridad, Dios siempre nos abre horizontes nuevos y nos invita a caminar por caminos más hermosos que los nuestros”, expresó.
“San José nos enseña también que la íntegra renuncia de sí mismo para hacer la voluntad de Dios es el camino por el cual el ser humano se realiza plenamente”, continuó el purpurado, quien desde 2019 vive un exilio forzado.
Dejar el egoísmo y las ansias de protagonismo
En su homilía, el purpurado envió además un mensaje a los líderes de la oposición nicaragüense, llamándolos a evitar el egoísmo estéril y las ansias de protagonismo frente al dolor del pueblo nicaragüense. Asimismo, exhortó a la población a no caer en la desesperanza.
“También a nivel social, frente al poder del opresor, delante del cual muchas veces nos sentimos impotentes, no debemos caer en la desesperanza, pensando que todo es inútil y que no hay nada que hacer. Confiemos siempre en el Dios que hace que lo que parece un límite se convierta en un nuevo horizonte, y que lo que se experimenta como imposible se transforme en el inicio de una nueva realidad. Tampoco nos dejemos llevar por egoísmos estériles y ansias de protagonismo. Dios está con quienes, como san José, aun en medio de la oscuridad de la historia, saben soñar, escuchar, abajarse y poner a los demás en primer lugar”, puntualizó Báez.
Contemplar a la Sagrada Familia
A pocos días de celebrarse la Navidad, monseñor Báez hizo también un llamado a los creyentes a contemplar a la Sagrada Familia, para que sea el Niño Dios quien inspire corazones llenos de bondad y nobleza, capaces de perdonar al hermano.
“En esta Navidad, cuando contemplemos a san José junto a la Virgen y al Niño en el pesebre, que él nos inspire a educar nuestro corazón en la bondad y la nobleza, y que nos preparemos para la fiesta de Navidad acogiendo, perdonando y amando a los demás. Que san José y la Virgen María, los primeros que recibieron a Jesús con inmenso amor, nos enseñen la alegría de creer y nos den la fortaleza necesaria para acoger y seguir siempre los caminos de Dios”, concluyó monseñor Silvio José Báez.


