Merienda escolar, un fiasco en Nicaragua
Una situación complicada está afectando a los padres de familia en varias zonas del norte de Nicaragua
DaríoMedios Internacional
9/15/20242 min read


Una situación complicada está afectando a los padres de familia en varias zonas del norte de Nicaragua, quienes deben buscar cómo completar la insuficiente merienda escolar proporcionada por el gobierno central. El programa de merienda escolar, lejos de ser una solución, se ha convertido en un desafío para muchas familias. Además de enfrentar la escasez de alimentos, los padres se quejan de la mala calidad de los productos distribuidos en los centros escolares.
La responsabilidad de preparar los alimentos recae en gran medida sobre los padres, quienes deben recurrir a sus escasos recursos para complementar el deficiente paquete alimenticio. “Nos entregan una bolsita de aceite, más o menos una libra y media de frijol, cereal, maíz y harina. Pero lo que nos pasa a la mayoría es que hacemos el arroz y debemos comprar otras cosas como pan, tomates y mortadela para completar una comida. El problema es que no todos tienen los recursos”, se queja doña Ofelia, madre de dos escolares en Las Segovias.
Aunque Ofelia reconoce que la alimentación de sus hijos es su responsabilidad, se molesta porque el régimen utiliza el programa para “echarse flores”. “Lo que incomoda es la mentira, y que hagan creer cosas que no son”, refuta. Mientras la dictadura sandinista se alaba públicamente por repartir buenos alimentos, “aquí nos llegan unos frijoles durísimos y esto es para los niños, da pesar la verdad”, lamenta Ofelia.
Merienda escolar entregada por el Estado de Nicaragua en 2024 | Fotografía cortesía
La situación no es exclusiva de Las Segovias. En muchas otras zonas del país, los padres de familia se enfrentan a la falta de trabajo, lo que hace aún más complicado completar la merienda escolar. “Nos toca conseguir para el complemento, pero el problema es que no hay plata”, se lamenta un padre de familia.
A pesar de las afirmaciones del gobierno sobre el éxito del programa de merienda escolar, la realidad en diversas regiones es diferente. En la comunidad El Cuá, por ejemplo, los padres colaboran con la preparación de tortillas, frijoles, arroz y cereal fortificado con micronutrientes. A menudo, también aportan huevos y vegetales para complementar la merienda, aunque esto no siempre es posible debido a la pobreza.
El gobierno ha anunciado con bombos y platillos que se distribuyeron 47 mil quintales de arroz, 44 mil 200 quintales de cereal, 33 mil 548 quintales de frijol, 43 mil 932 quintales de maíz, 135 mil galones de aceite y 7 mil 900 quintales de harina de trigo. Estos alimentos están destinados a beneficiar a más de un millón 200 mil estudiantes del sistema preescolar, primaria, educación a distancia y escuelas normales en todo el país. Sin embargo, este anuncio ha sido difundido a través de los medios controlados por el régimen en un discurso uniforme y sin detalles adicionales. ¿En qué período? ¿Quién administra?
La situación con el programa de merienda escolar en Nicaragua revela una disparidad significativa entre lo que el gobierno presenta y la realidad enfrentada por los ciudadanos. La dependencia de los padres para complementar la merienda escolar, junto con la mala calidad de los alimentos proporcionados, destaca la crisis en la implementación de este programa.
Mientras la administración sandinista continúa su propaganda sobre el éxito del programa, las familias nicaragüenses siguen lidiando con una realidad muy distinta, en las escuelas y en los hogares.
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