A dos días de recibir el Premio Nobel de la Paz, la opositora venezolana María Corina Machado se convierte en el eje de una intensa agenda diplomática en Oslo. El presidente panameño José Raúl Mulino se reunió con sus familiares y reiteró su respaldo a la transición democrática en Venezuela.

El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, sostuvo este lunes un encuentro en Oslo con familiares de María Corina Machado, quien este 2025 será reconocida con el Premio Nobel de la Paz por su liderazgo opositor, su defensa del voto ciudadano y su resistencia pacífica frente al autoritarismo del régimen de Nicolás Maduro.

La reunión, celebrada a puertas de un evento internacional sin precedentes para Venezuela, reunió al mandatario panameño con Clara Machado, hermana de la dirigente, y otros miembros de su familia que viajaron a Noruega para acompañarla en la ceremonia del 10 de diciembre.

Clara expresó un mensaje cargado de gratitud:

“El presidente Mulino ha sido fundamental en todo este proceso. Venezuela llevará eso en su corazón”. Mulino, un aliado clave de la oposición democrática venezolana en la región, reafirmó la posición de su gobierno: “No vamos a retroceder ni un centímetro hasta lograr que el gobierno electo de Venezuela asuma el poder”.

Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente atención internacional. Según han reportado medios como El País, AP News, Infobae y Swissinfo, la presencia de jefes de Estado y delegaciones diplomáticas en Oslo refleja la dimensión global del reconocimiento otorgado a Machado, así como la presión sobre el régimen de Maduro, que ha desestimado el premio e intensificado su retórica contra la oposición.

María Corina Machado, es una de las voces opositoras más influyentes en Venezuela, ha sido por más de dos décadas una figura central en la denuncia de violaciones a derechos humanos, fraude electoral y persecución política.

Su liderazgo se consolidó tras las elecciones presidenciales de 2024, en las que la oposición denunció un fraude masivo que impidió la transición democrática. Pese a la represión, la inhabilitación política y amenazas directas del régimen, Machado se convirtió en un símbolo internacional de resistencia cívica.

El Comité Nobel destacó su “firme compromiso con los métodos no violentos en la lucha por restaurar la democracia en Venezuela”, un reconocimiento que coloca su figura en la escena global y aumenta el aislamiento de Maduro ante organismos multilaterales y gobiernos democráticos.

Un encuentro que trasciende lo simbólico

La reunión entre Mulino y la familia Machado refuerza el bloque regional que respalda una transición democrática en Venezuela. La presencia del mandatario panameño en Oslo reportada por múltiples medios internacionales se interpreta como un mensaje político contundente: Latinoamérica no está dispuesta a normalizar la ruptura democrática en Venezuela.

Mientras tanto, la expectativa crece ante la ceremonia del miércoles, donde Machado, bajo una presión política sin precedentes, recibirá uno de los reconocimientos más prestigiosos del mundo.