El Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, se reunió este domingo con el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, para abordar temas bilaterales como la migración y presencia china en la región.

La reunión ocurre en medio de una tensión por la disputa por el canal de Panamá, donde el presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha señalado que recuperará el control del canal de Panamá, lo que ha generado el rechazo del presidente Mulino.

Rubio, quien aterrizó la noche del sábado en Panamá, llegó esta mañana al palacio presidencial de las Garzas, situado en el Casco Antiguo de la capital panameña, tras haber acudido a misa en la cercana iglesia de La Merced.

El secretario de Estado fue recibido en la puerta del edificio por su homólogo, el ministro de Relaciones Exteriores panameño, Javier Martínez-Acha.

Medios panameños han señalado que no está previsto que tanto Rubio como Mulino brinden declaraciones a la prensa al finalizar la reunión, por lo que seguirá en secreto la conversación sostenida con el alto funcionario de la Administración Trump.

Protestas en rechazo a la visita de Marco Rubio

Antes que diera inicio la reunión entre Rubio y Mulino, distintos sectores populares y sindicales se manifestaron en una “jornada patriótica” en rechazo a las amenazas de Trump de recuperar el canal interoceánico.

Los manifestantes convocados por la Alianza Pueblo Unido por la Vida, pacíficamente partieron esta mañana del Parque Porras hacia los predios de la casa presidencial panameña, lugar de la cita entre Rubio y Mulino.

Ante la convocatoria de la marcha, la Policía estableció un perímetro de seguridad y horas ante de la concentración, bloqueó varios tramos de las principales avenidas para impedir que los manifestantes llegaran hasta la casa presidencial.

“¡Un solo territorio, una sola bandera!”, “¡Esta patria no se vende!”, “¡Panamá no está en venta!”, fueron algunas de las varias consignadas lanzadas por los participantes de la caminata entre los que había miembros del Sindicato Único Nacionales de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs).

Mientras la marcha avanzaba, los participantes quemaron algunas banderas de los Estados Unidos y carteles con la imagen del presidente Donald Trump, como una forma de rechazo a las aspiraciones del mandatario norteamericano.