Maduro se atrinchera en Miraflores ante temor de una “Operación Noriega”
El dictador venezolano Nicolás Maduro y su círculo de poder atraviesan un clima de paranoia creciente, alimentado por los recientes despliegues militares de Estados Unidos en la región. En el Palacio de Miraflores, el temor a una intervención directa y a una extracción exprés —similar a la que derrocó al panameño Manuel Antonio Noriega en 1989— se ha convertido en la peor pesadilla del régimen.
MUNDO
Darío Medios
8/20/20252 min read


El dictador venezolano Nicolás Maduro y su círculo de poder atraviesan un clima de paranoia creciente, alimentado por los recientes despliegues militares de Estados Unidos en la región. En el Palacio de Miraflores, el temor a una intervención directa y a una extracción exprés —similar a la que derrocó al panameño Manuel Antonio Noriega en 1989— se ha convertido en la peor pesadilla del régimen.
En diciembre de 1989, la “Operación Causa Justa” ordenada por el entonces presidente estadounidense George H. W. Bush, terminó con la captura de Noriega, acusado de narcotráfico. El dictador panameño fue extraditado, juzgado y encarcelado en Estados Unidos, un precedente que hoy resuena en Caracas con inquietante similitud.
Al igual que Noriega, Nicolás Maduro y varios de sus altos funcionarios han sido señalados por Washington de mantener vínculos con el narcotráfico y estructuras criminales transnacionales. Este espejo histórico intensifica la percepción de vulnerabilidad dentro del régimen chavista.
Movimientos militares y estado de alerta
El despliegue de fuerzas estadounidenses cerca de territorio venezolano, aunque no implica formalmente una amenaza de invasión, es interpretado como un mensaje de capacidad logística y operativa. Expertos militares señalan que, aunque una acción de gran escala no parece inminente, la opción de una intervención rápida no puede descartarse.
En respuesta, Maduro ha ordenado movilizar tropas y reforzar la seguridad en torno a su persona y a su círculo íntimo. Según fuentes cercanas, dentro del palacio presidencial reina un ambiente de tensión constante, con vigilancia intensificada, restricciones de movimiento y un hermetismo creciente frente a la opinión pública.
Presión internacional y cerco judicial
La presión diplomática y judicial sobre el régimen no cede. Las acusaciones de corrupción y narcotráfico contra Maduro y su entorno continúan acumulándose, aumentando la sensación de asedio internacional. Para el líder venezolano, el recuerdo de Noriega ya no es solo una lección de historia, sino un escenario posible que lo persigue como una amenaza real.
En el tablero geopolítico regional, la repetición de la historia sigue siendo un riesgo latente: un dictador acusado de narcotráfico, enfrentado a la posibilidad de ser derrocado y extraditado por la potencia más influyente del hemisferio.
