A siete años del inicio de la brutal represión ordenada por el dictador Daniel Ortega y su esposa, la codictadora Rosario Murillo, la Asociación Madres de Abril (AMA), conformada por familiares de víctimas de las protestas de 2018, reafirmó su compromiso inquebrantable de seguir exigiendo justicia para sus hijos asesinados.

"Desde Asociación Madres de Abril reafirmamos, como familiares de víctimas, que no nos detendremos hasta alcanzar la justicia. Ni perdón, ni olvido, ni silencio", expresó la organización desde el exilio, en un comunicado difundido con motivo del sétimo aniversario de las manifestaciones que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo califica como un supuesto "intento de golpe de Estado", pero que el mundo ha reconocido como un levantamiento ciudadano contra la dictadura.

AMA, creada con el propósito de “unir y representar a las madres y familiares de las personas asesinadas por la represión estatal en Nicaragua”, recordó que el 20 de abril de 2018 “el régimen Ortega Murillo continuó masacrando a jóvenes estudiantes y trabajadores que apoyaban a los adultos mayores en protesta por las reformas a la seguridad social”.

"En distintos departamentos del país, como Masaya, Estelí, León y en Managua, también desde las universidades, los jóvenes se levantaron indignados por el abuso gubernamental a sus abuelos, abuelas y los mismos estudiantes", detallaron.

Las protestas, inicialmente motivadas por reformas al sistema de seguridad social, rápidamente se transformaron en una demanda nacional por la renuncia del mandatario sandinista, quien se aferra al poder desde 2007 y actualmente enfrenta el repudio de gran parte de la comunidad internacional por sus acciones autoritarias.

Ortega asesinó a 355 personas, señala CIDH

La represión desatada por el dictador Daniel Ortega dejó al menos 355 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 684. El régimen admite “más de 300” muertos y sostiene su discurso de un golpe fallido.

En su mensaje, AMA compartió una lista con los nombres de 12 jóvenes asesinados en los primeros días de las protestas, entre ellos el caso emblemático de Álvaro Conrado, un estudiante de secundaria de 15 años que fue alcanzado por un disparo en el cuello proveniente de un francotirador de grupos paraestatales armados por el Estado. Luego, le fue negada la atención médica en un hospital de Managua, dejándolo morir desangrado.

"No borrarán nuestra memoria, ni nos detendrán en la construcción de la verdad y la justicia. ¡Las madres no se rinden!, ¡exigen justicia!", sentenció AMA en su comunicado.

La crisis política y social que vive Nicaragua desde 2018 se profundizó tras las elecciones fraudulentas de 2021, en las que Ortega se adjudicó un quinto mandato —el cuarto consecutivo—, tras encarcelar a sus principales rivales políticos, a quienes posteriormente expulsó del país y despojó de su nacionalidad.