NED en la lucha por la democracia en Nicaragua y Centroamérica

La Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) es el terror de Daniel Ortega y los dictadores de Latinoamérica.

La organización estadounidense, que fue creada en 1983, cumplió 42 años y sigue dedicada a fortalecer las instituciones democráticas y enfrentarse a dictadores de todo el mundo.

A finales de los años 80, cuando Daniel Ortega y una cúpula sandinista se negaban a enfrentarse en elecciones, la Ned jugó un rol fundamental para que las elecciones se dieran, dando cauce a un gobierno democrático, el de Violeta Chamorro.

El fomento de los valores democráticos, los derechos humanos y la defensa del Estado de derecho son constantes en sus líneas de trabajo, por ello las dictaduras les acusan de interferir en asuntos nacionales.

La Ned Financia organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabajan en áreas como la libertad de expresión, la libertad de prensa y la participación ciudadana, por eso la dictadura sandinista le teme tanto.

El general en retiro y ya desaparecido Humberto Ortega dijo que, desde sus inicios, en la década de 1980, la Ned había sido financiada por el Gobierno estadounidense y ha tenido como objetivo «interferir en los asuntos internos de otros países y sabotear los gobiernos legítimos de países soberanos e independientes».

En agosto del 2024 la dictadura de Nicaragua tildó a la Ned como «instrumento de agresión» y de financiar con «decenas de millones de dólares» a organismos de la sociedad civil nicaragüense y a «grupos terroristas», al menos esa fue la versión de Daniel Ortega.

En su cargo de ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, acusó a Estados Unidos de realizar «acciones intervencionistas» a través de la NED. Sin embargo, la organización ha demostrado una lucha justa y auténtica, en favor de pueblos oprimidos como Nicaragua.

Fundación Nacional para la Democracia NED, enfrenta una graves crisis

La Fundación Nacional para la Democracia (NED), un pilar en la promoción de la democracia a nivel mundial, enfrenta una situación crítica debido a la suspensión de acceso a los fondos del Congreso de los Estados Unidos, que es su principal fuente de financiamiento.

Debido a la falta de fondos, NED suspendió el apoyo a casi 2.000 organizaciones asociadas en todo el mundo, un hecho sin precedentes en sus cuatro décadas de historia y de lucha por la democracia.

El 95 % de la financiación de la NED es asignada directamente por el Congreso y no se considera asistencia extranjera, por tanto no estaba sujeta a la orden ejecutiva del presidente Trump de congelar la asistencia extranjera, por lo que la Fundación Nacional para la Democracia envió misiva solicitando al Estado tomar medidas para reanudar sus fondos ya que no deberían haberse afectados por el decreto presidencial de Donald Trump.

La suspensión de apoyo a NED tiene un impacto devastador, para las y los ciudadanos que viven en países controlados por dictaduras.