Laureano Ortega en el ojo del huracán: mansión millonaria revela el doble discurso del régimen
El hijo de la pareja de dictadores de Nicaragua, Laureano Ortega Murillo, vuelve a estar en el centro de las críticas tras la publicación de una investigación periodística que expone la construcción de una mansión de lujo en Villa Fontana, Managua, valorada entre 8 y 11 millones de dólares. La revelación ocurre mientras el régimen Ortega-Murillo insiste en una campaña oficial contra la corrupción.
ESCENARIO NACIONALNACIÓN
Darío Medios
8/16/20252 min read


El hijo de la pareja de dictadores de Nicaragua, Laureano Ortega Murillo, vuelve a estar en el centro de las críticas tras la publicación de una investigación periodística que expone la construcción de una mansión de lujo en Villa Fontana, Managua, valorada entre 8 y 11 millones de dólares. La revelación ocurre mientras el régimen Ortega-Murillo insiste en una campaña oficial contra la corrupción.
El periodista Miguel Mendoza detalló que la propiedad, edificada en un terreno de hasta tres manzanas, cuenta con seis habitaciones, seis baños, cocina con dos islas, pisos y escaleras de mármol Carrara importado desde Italia, además de una amplia terraza para 180 personas.
Pero no es solo lujo: la vivienda fue diseñada con techo blindado y cristales de seguridad, bajo un sistema “monolítico” que la convierte en un auténtico búnker. Según Mendoza, toda la obra fue ejecutada por personal extranjero.
Las fuentes consultadas revelan que la vicepresidenta Rosario Murillo se opuso al proyecto al enterarse de su magnitud. Le prohibió a su hijo mudarse a la mansión, lo que provocó tensiones familiares. Ante la restricción, Laureano decidió utilizar el inmueble como casa de protocolo para delegaciones extranjeras, principalmente de Rusia y China, donde además organiza recepciones y fiestas.
El doble discurso en evidencia
Laureano Ortega ha sido señalado en múltiples ocasiones por su vida ostentosa. Porta relojes Rolex de más de 40 mil dólares, viste trajes de alta costura y en su juventud llegó a conducir un Porsche Carrera 911 en Costa Rica. Su protagonismo en actos oficiales y la confianza depositada por Daniel Ortega lo perfilan como heredero político de la dinastía, aunque su figura también concentra crecientes críticas internas y externas.
La investigación de Mendoza expone nuevamente la contradicción entre el discurso del régimen contra la corrupción y la vida de excesos de la familia gobernante. La incógnita ahora es si Rosario Murillo, en su cruzada por afianzar el control absoluto, se atreverá a abrir una investigación por enriquecimiento ilícito contra su propio hijo o si el caso quedará enterrado en medio de los lujos de la familia presidencial.
