La peor decisión de Alexis Arguello

Mientras la maquinaria propagandística oficialista difunde anualmente afiches digitales para conmemorar su figura, buscando contrarrestar el creciente clamor por justicia, Dora Argüello lanza un desgarrador mensaje que resuena profundamente en las redes sociales. Su testimonio no solo expone su dolor personal, sino que reaviva las sospechas sobre las verdaderas circunstancias de la muerte de su padre, apuntando directamente a un crimen político no resuelto.

ESCENARIO NACIONALNACIÓN

Darío Medios

7/1/20252 min read

A 16 años de su muerte, la Cada 1 de julio, Nicaragua recuerda la figura del legendario boxeador Alexis Argüello, cuyo legado deportivo y humano sigue vivo en la memoria colectiva del país. Sin embargo, detrás de los homenajes oficiales y los afiches digitalizados que difunde el régimen de Daniel Ortega, persiste una profunda herida.

Dora Argüello continua con su denuncia incansable, año tras año apunta al sandinismo como responsable directo de la muerte de su padre. En el 16º aniversario de su fallecimiento, Dora volvió a romper el silencio institucional con un mensaje desgarrador que reaviva las sospechas de un crimen político aún impune.

La muerte de Alexis Argüello en 2009 fue presentada oficialmente como un suicidio. En ese momento, el “Flaco Explosivo” era alcalde de Managua por el Frente Sandinista, una posición que habría asumido con reservas, según testimonios posteriores de su entorno cercano. Con el paso del tiempo, diversas voces incluida la de su hija, han cuestionado esa versión, vinculando su muerte con un ambiente de presión, vigilancia y desilusión que lo habría llevado a considerar renunciar a su cargo.

Hija de Alexis Argüello desafía al régimen: “Los asesinos tendrán su castigo”

En un nuevo y valiente mensaje compartido en redes sociales, Dora Argüello recuerda cómo intentó advertirle a su padre sobre su decisión de aliarse con el Frente Sandinista, calificándola como “la peor de su vida”. Según su testimonio, Alexis se sentía vigilado no solo por su esposa, sino por los propios dirigentes del partido gobernante.

Estas tensiones lo llevaron a contemplar su renuncia a la alcaldía, donde ocurrían cosas que no le agradaban y contra las que no podía luchar desde adentro, afirma Dora. “El pagó con su vida por intentar hacer de Nicaragua un mejor país”, denunció, acusando sin titubeos al régimen de haberlo asesinado.

Sus palabras confrontan directamente la narrativa oficial, y cada año se convierten en un recordatorio incómodo para un gobierno que insiste en presentar a Argüello como un mártir del sandinismo, mientras su hija lo recuerda como una víctima del mismo sistema que lo exaltó públicamente y lo silenció en privado.

La historia de Alexis Argüello no puede desligarse del contexto más amplio del deterioro institucional en Nicaragua, donde la represión, la censura y el control político han minado los espacios de libertad, incluso en ámbitos como el deporte. Lo que en su momento fue una promesa de unidad nacional con su figura, hoy se ha transformado en un símbolo de traición y manipulación, según denuncian sus familiares y críticos del régimen.

“Las injusticias algún día tendrán que pasar de lo injusto a lo justo”, expresó Dora Argüello con esperanza, pero también con firmeza. Su llamado a la oración por el alma de su padre, por su familia y por ella misma, es también un llamado a la memoria y a la justicia. “Los asesinos tendrán su castigo”, advirtió, desafiando a quienes, desde el poder, continúan utilizando la figura de su padre como parte de un espectáculo propagandístico, mientras ignoran las verdaderas causas de su muerte.

En un país marcado por la impunidad y la persecución de voces disidentes, el caso de Alexis Argüello sigue siendo un símbolo de las heridas abiertas que el régimen intenta ocultar, pero que, como la voz de Dora, se niegan a callar.