Autoridades eclesiásticas de Miami explicaron que la actividad iniciará a las 05:30 de la tarde (hora local) y que contará con la presencia de monseñor Rodrigo Urbina Vivas, quien fue desterrado de facto por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en enero de 2023, luego de que se le prohibiera el ingreso al país.

Urbina Vivas, familiar del fallecido obispo de León, monseñor Bosco Vivas Robelo, fue impedido de ingresar a Nicaragua cuando regresaba de un viaje a Estados Unidos. Su destierro causó molestia entre los feligreses de la parroquia de Sutiava, en León, donde él era párroco.

En Nicaragua, esta actividad religiosa congrega a cientos de familias católicas devotas de la Inmaculada Concepción de María, patrona del país, cuya imagen oficial está resguardada en la basílica de El Viejo, en Chinandega.

“Sin importar las distancias, el propósito es mantener viva una de las expresiones más representativas de la identidad mariana del pueblo nicaragüense. Durante la celebración se llevará a cabo el ritual simbólico de limpieza de las piezas de plata dedicadas a la Purísima, acompañado de cantos, rezos y expresiones de fe que forman parte del patrimonio espiritual de Nicaragua”, explicó a DarioMedios uno de los sacerdotes organizadores del evento.

Régimen no puede contra la fe

Esta actividad religiosa, representativa de los católicos nicaragüenses y que se realizará en Miami, simboliza otra derrota para la dictadura Ortega-Murillo, que intenta desaparecer a la Iglesia católica en Nicaragua y mantiene un férreo control sobre las actividades religiosas, entre ellas las fiestas de La Purísima.

El informe “Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?”, de la abogada nicaragüense Martha Patricia Molina, señala que desde 2018 a la fecha el régimen ha perpetrado más de 750 ataques contra la Iglesia católica, a la que ha confiscado monasterios y seminarios, y además ha apresado a una veintena de sacerdotes, quienes posteriormente han sido desterrados a Estados Unidos, Roma y Guatemala.

Entre los religiosos desterrados por la dictadura se encuentran los obispos Rolando Álvarez, Isidoro Mora, Enrique Herrera y Silvio Báez, este último viviendo un exilio forzado a petición del papa Francisco.