Instalan la chimenea en la Capilla Sixtina para el cónclave que elegirá al nuevo papa
Este viernes, los bomberos instalaron la tradicional chimenea en el techo de la Capilla Sixtina, desde donde “saldrá el humo negro o blanco que anunciará el resultado de las votaciones de los cardenales”.
MUNDO
Darío Medios 6
5/2/20251 min read


Los preparativos para el cónclave que comenzará el próximo 7 de mayo en el Vaticano avanzan a paso firme. Este viernes, los bomberos instalaron la tradicional chimenea en el techo de la Capilla Sixtina, desde donde “saldrá el humo negro o blanco que anunciará el resultado de las votaciones de los cardenales”.
La Capilla Sixtina, cerrada al público desde el lunes pasado, está siendo acondicionada para recibir a los 133 cardenales menores de 80 años que participarán en la elección del sucesor de Francisco. Frente al imponente fresco del Juicio Universal de Miguel Ángel, los purpurados deliberarán y votarán, como lo establece el protocolo del cónclave.
La sala debe ser adaptada especialmente para la ocasión: “la capilla debe ser preparada, disponiendo las mesas y los bancos para los debates de los purpurados, y se instala la chimenea con la que anuncian al mundo el resultado de la votación quemando las papeletas”.
El sistema de señales de humo, símbolo icónico del proceso, volverá a jugar un papel central. “El humo negro indicará al exterior que no ha habido acuerdo”, mientras que “la fumata blanca, que se consigue añadiendo una sustancia química, anunciará que se ha elegido a un nuevo papa con dos tercios de los consensos, que en esta ocasión serán 89 votos”.
El ritual de la fumata se remonta al siglo XV, aunque fue durante el cónclave de 1878, que eligió a León XIII, cuando comenzó a usarse el humo como señal oficial del resultado. Desde entonces, la expectativa en la Plaza de San Pedro frente a cada votación se repite como un fenómeno global.
El último cónclave, en marzo de 2013, concluyó con la elección del argentino Jorge Mario Bergoglio como el papa Francisco, tras apenas cinco votaciones. Esta será la primera vez en más de 600 años que se elige un nuevo pontífice tras la renuncia de un papa que también había renunciado, como su antecesor Benedicto XVI.
