Grave error médico en HEODRA de León, deja a mujer con daños irreversibles
Una paciente con cáncer de tiroides fue operada en el lado equivocado del cuello. El caso revela la crisis del sistema de salud pública nicaragüense, tras el despido masivo de médicos especializados por razones políticas.
ESCENARIO NACIONALNACIÓN
DaríoMedios Internacional
11/5/20251 min read


Un error que cambió una vida
E.M.L., una mujer originaria de León, acudió al Hospital Escuela Óscar Danilo Rosales Argüello (HEODRA) para someterse a una cirugía en el lado izquierdo del cuello, donde tenía diagnosticado un cáncer de tiroides. Sin embargo, durante la intervención, los médicos operaron el lado equivocado.
El procedimiento dejó secuelas devastadoras: el tumor maligno continúa intacto, mientras que la operación errónea destruyó sus glándulas paratiroides. Ahora, la paciente depende de medicamentos de por vida para regular los niveles de calcio en su organismo y deberá someterse a una nueva cirugía para extirpar el cáncer que los médicos nunca trataron.
Consecuencia del desmantelamiento médico
Este caso ilustra el deterioro del sistema de salud pública en Nicaragua, donde las decisiones políticas han desplazado a la ética y la competencia profesional.
Desde 2018, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha ejecutado una purga sistemática de personal médico especializado en hospitales públicos, reemplazando a profesionales con experiencia por personal recién graduado o seleccionado por lealtad partidaria.
En el HEODRA uno de los principales hospitales del occidente del país médicos con décadas de trayectoria fue despedidos o forzados al exilio. Lo que antes era un referente académico y clínico se ha convertido, según denuncias internas, en un entorno de miedo, improvisación y errores que cuestan vidas humanas.
Silencio oficial y exigencia de justicia
Hasta el momento, la dirección del Hospital de León no ha emitido ningún comunicado oficial sobre el caso. La familia de la paciente exige respuestas y una investigación que determine responsabilidades.
El silencio institucional, sin embargo, es una constante. En los hospitales públicos controlados por el régimen, los errores médicos graves se ocultan para proteger la imagen gubernamental, mientras los pacientes sufren las consecuencias de un sistema colapsado.



