Félix Maradiaga acompaña a María Corina Machado en Oslo y destaca la necesidad de coordinación regional contra las dictaduras

En declaraciones a DaríoMedios Internacional, el opositor nicaragüense Félix Maradiaga señaló que su presencia en la ceremonia del Premio Nobel de la Paz 2025, otorgado por el Comité Noruego del Nobel a la venezolana María Corina Machado busca visibilizar la crisis nicaragüense y fortalecer alianzas democráticas en la región.

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DaríoMedios Internacional

12/9/20252 min read

El líder opositor nicaragüense Félix Maradiaga viajó a Oslo para acompañar a María Corina Machado, quien este año fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz 2025, distinción otorgada por el Comité Noruego del Nobel.

El líder opositor una de las voces más visibles en la denuncia del régimen de Daniel Ortega afirmó que este escenario representa una oportunidad para posicionar la situación de Nicaragua en la agenda internacional.

“A María Corina y a mí nos une una amistad de muchos años, pero especialmente construida en la lucha por la libertad de Venezuela y de Nicaragua”, dijo Maradiaga a DaríoMedios Internacional. Para el dirigente, estar en Oslo permite mostrar que la crisis nicaragüense forma parte de un entramado autoritario más amplio. “La dictadura de Ortega es parte del mismo bloque tiránico que ahoga a Venezuela, Nicaragua y Cuba”, señaló.

Maradiaga explicó que el premio otorgado a Machado podría marcar un punto de inflexión en la región, pero advirtió que el impacto dependerá de la capacidad de transformar este momento en acciones reales. “Este antes y después solo tendrá sentido si lo convertimos en coordinación real: primero entre los nicaragüenses y luego con aliados capaces de ejercer presión efectiva sobre las dictaduras”, afirmó.

Un mensaje regional desde Oslo

La presencia en Noruega de opositores y activistas de varios países latinoamericanos envía, según Maradiaga, un mensaje claro a la comunidad internacional.

“Así como los tiranos se apoyan entre ellos, también quienes defendemos la democracia estamos trabajando juntos”, indicó. Agregando que su participación no es meramente protocolaria: “No venimos a una celebración, sino a dialogar con tomadores de decisión de todo el mundo sobre cómo coordinar acciones frente a las dictaduras”.

El opositor señaló dos líneas de trabajo prioritarias:

Avanzar hacia una mayor cohesión del movimiento democrático nicaragüense, fragmentado y golpeado por la represión.

Fortalecer la articulación con gobiernos y organizaciones internacionales, que ven la situación en Nicaragua y Venezuela como un desafío regional.

“Sacar a la dictadura del poder es una causa de seguridad y dignidad para todo el hemisferio”, afirmó.

Nicaragua en el foco internacional

La participación de Maradiaga en la ceremonia del Nobel contribuye a que la situación nicaragüense reciba atención en un escenario de gran visibilidad mundial.

Su participación en Oslo permite que, una vez más, la represión, el exilio forzado y el colapso institucional de Nicaragua sean colocados ante los ojos del mundo.

En sus declaraciones a DaríoMedios Internacional, Maradiaga insistió en que la crisis de Nicaragua debe entenderse como parte de un fenómeno regional: dictaduras conectadas entre sí que requieren respuestas igualmente coordinadas.

Su mensaje desde Oslo apunta en esa dirección: sumar esfuerzos, establecer alianzas y mantener la presión internacional como vía para lograr una salida democrática.