Excarcelado Henry Blass denuncia anomalías tras rechazo de asilo en Canadá sin entrevista ni explicación oficial
El excarcelado político Henry Blass sospecha que su proceso de reasentamiento fue irregular, ya que nunca fue entrevistado por autoridades migratorias canadienses y solo recibió una notificación verbal de parte de ACNUR.
ESCENARIO NACIONALNACIÓN
Darío Medios 6
5/15/20253 min read


El excarcelado político Henry Blass sospecha que su proceso de reasentamiento fue irregular, ya que nunca fue entrevistado por autoridades migratorias canadienses y solo recibió una notificación verbal de parte de ACNUR.
Pese a haber sido perseguido, encarcelado y posteriormente desterrado por el régimen de Daniel Ortega, Blass no ha logrado obtener refugio. Su solicitud de reasentamiento en Canadá fue rechazada sin una explicación formal, y él teme que su caso ni siquiera haya sido trasladado a las autoridades del país norteamericano.
Blass Guerrero, nicaragüense de 30 años y exreo político, denunció que jamás recibió una notificación oficial por parte del Gobierno canadiense. Fue a inicios de mayo cuando una funcionaria del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) le comunicó verbalmente que su caso “no era elegible”.
Según explicó, la misma funcionaria le mencionó que su activismo durante las protestas de 2018 fue uno de los motivos para rechazar su solicitud. “Me dijo que no era aplicable para el reasentamiento en Canadá. Pregunté las razones y me respondió que era por mi activismo político”, relató.
Blass ha señalado varias irregularidades en el proceso, especialmente al compararlo con el de otros excarcelados que también permanecen en Guatemala. A diferencia de ellos, él nunca fue entrevistado por las autoridades migratorias canadienses, solo por personal de ACNUR, lo cual refuerza su sospecha de que su expediente no fue remitido adecuadamente.
“Entre el 19 de febrero y el 5 de mayo me comuniqué directamente con una de las encargadas de ACNUR. Ella me dijo que no tenía información sobre mi caso. Al día siguiente me dio la notificación verbal de la denegación”, explicó.
Antes de optar por Canadá, Blass también había intentado obtener asilo en Estados Unidos, pero su solicitud fue rechazada a finales de 2024. Las autoridades estadounidenses alegaron que su testimonio no era creíble, una justificación similar a la que se ha aplicado a otros 38 de los 135 presos políticos desterrados por el régimen de Ortega y Murillo.
Varios de los excarcelados han denunciado que Estados Unidos tomó en cuenta las acusaciones de terrorismo formuladas por la dictadura nicaragüense, a pesar de que eran de carácter político.
Blass fue encarcelado en dos ocasiones: la primera en 2018 y nuevamente en 2023. Durante esta última detención, fue acusado de intentar entorpecer las fiestas patronales en honor a San Jerónimo, en Masaya, su ciudad natal. El 5 de septiembre de 2024, fue desterrado a Guatemala junto a otros 134 presos políticos.
Esperanza en España
Tras el rechazo de Canadá, Henry Blass mantiene la esperanza en obtener la nacionalidad española para poder iniciar una nueva vida junto a su familia.
“Mis planes es seguir con la solicitud de nacionalidad española para poder viajar pronto e iniciar una nueva vida para salir adelante, cumplir mis metas y propósitos. No todo está perdido”, expresó con optimismo.
Otros excarcelados que también se encuentran en Guatemala comentaron a este medio que aún esperan una decisión definitiva sobre sus solicitudes de reasentamiento en Canadá. Muchos de ellos están acompañados por sus familias.
Desde 2018, España ha ofrecido la nacionalidad a 357 nicaragüenses que han sido excarcelados, desterrados y despojados de sus bienes por el régimen Ortega-Murillo.
Sin empleo en Guatemala
Blass, quien es mercadólogo y padre de una niña de 9 años, asegura que desde su llegada a Guatemala no ha podido acceder a un empleo formal. Como él, otros desterrados no han recibido el Documento Personal de Identificación (DPI), necesario para trabajar legalmente en ese país.
“He aplicado a siete empresas, paso todas las entrevistas, pero al final no me contratan porque ellos piden el DPI y ese documento aún no lo tenemos porque todavía estamos en el proceso de solicitud de refugio y eso nos ha dificultado insertarnos en el campo laboral”, explicó.
Ante la falta de empleo, Blass depende de la ayuda económica que le envían familiares y amistades desde el extranjero. Además, la asistencia que recibía de la organización Conigua terminó por falta de fondos, lo que agrava su situación cada fin de mes, cuando debe cubrir el alquiler y alimentación.
“Para nosotros es impactante y estresante porque a la mayoría nos pasa que al ver llegar el fin de mes. Estamos buscando la manera de auto subsistir, porque tenemos que ver lo del alojamiento y alimentación”, señaló.

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