Estados Unidos no provocará un cambio en Nicaragua

En su mensaje de despedida, el encargado de negocios de Estados Unidos en Managua, Kevin O’Reilly, afirmó que Washington no fomentará ninguna transformación política en Nicaragua.

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DaríoMedios Internacional

12/27/20252 min read

El encargado de negocios de Estados Unidos en Nicaragua, Kevin O’Reilly, se despidió esta semana del país con un mensaje contundente: Washington no impulsará un cambio político en Nicaragua y será la ciudadanía nicaragüense la responsable de definir su propio futuro.

Las declaraciones fueron difundidas a través de canales oficiales de la embajada estadounidense y confirman que, pese a las sanciones individuales y a las diferencias políticas con el régimen sandinista, Estados Unidos no promoverá una transición desde el exterior.

Relación económica pese a la crisis política

En su mensaje, O’Reilly reconoció que Nicaragua atraviesa dificultades innegables, pero aseguró que Estados Unidos continuará siendo un socio económico, cultural y humano del pueblo nicaragüense, dejando claro que la relación bilateral no se limita exclusivamente al ámbito político.

El diplomático subrayó que Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial de Nicaragua, un hecho que contrasta con el discurso confrontativo del régimen Ortega-Murillo, que suele responsabilizar a Washington de la crisis económica y el aislamiento internacional.

“Los destinos de ambos países están entrelazados”, expresó el funcionario, al insistir en que la cooperación económica y los vínculos sociales continuarán, aun cuando existan profundas diferencias entre ambos gobiernos.

Sin embajador en Managua desde 2023

O’Reilly asumió el cargo en junio de 2023, tras la salida del último embajador estadounidense, Kevin Sullivan, ocurrida el 20 de mayo de ese mismo año. Desde entonces, Washington mantiene su representación diplomática en Managua a nivel de encargado de negocios.

La ausencia de un embajador responde a la decisión del régimen sandinista de retirar, en 2022, el beneplácito al diplomático Hugo Rodríguez, nominado por el Senado estadounidense, profundizando el deterioro de la relación diplomática formal entre ambos países.

Un discurso que contrasta con la línea dura de Washington

El tono moderado del mensaje de O’Reilly contrasta con las declaraciones de otros altos funcionarios estadounidenses. El secretario de Estado Marco Rubio ha calificado públicamente a Nicaragua junto a Cuba y Venezuela como “enemigos de la humanidad”, y ha denunciado que el sandinismo se ha consolidado como una dinastía familiar en el poder.

Esta diferencia de enfoques refleja la dualidad de la política estadounidense hacia Nicaragua: presión política y sanciones selectivas, combinadas con la preservación de vínculos económicos y sociales con la población nicaragüense.

Entre sanciones y pragmatismo

Pese a las sanciones impuestas contra funcionarios y operadores del régimen, Nicaragua continúa comerciando con Estados Unidos, especialmente a través del régimen de zonas francas, exportaciones agrícolas y remesas familiares, pilares clave de la economía nacional.

Analistas señalan que esta realidad explica el mensaje de O’Reilly: Estados Unidos no apostará por un colapso forzado, sino por un escenario donde el cambio si ocurre sea producto de dinámicas internas.

El mensaje de despedida de Kevin O’Reilly confirma que Washington no impulsará una transformación política directa en Nicaragua y que el rumbo del país dependerá, en última instancia, de sus propios ciudadanos.

Mientras la dictadura Ortega-Murillo mantiene el control político y continúa haciendo negocios con su principal socio comercial, la relación bilateral sigue marcada por una combinación de tensiones políticas, pragmatismo económico y expectativas de cambio a largo plazo.