La activista nicaragüense exiliada Irlanda Jerez despidió este jueves a su hija menor, Venus Angelina, en una ceremonia íntima celebrada en Estados Unidos, donde residía la joven junto a su madre desde su salida forzada de Nicaragua. La joven falleció recientemente, según confirmaron fuentes cercanas a la familia y publicaciones realizadas por la propia Jerez en sus redes sociales.

“Con el corazón desgarrado y un dolor inexplicable, entrego a mi amada hija a los brazos del Señor”, escribió la ex presa política en un emotivo mensaje publicado en su cuenta de Facebook, acompañado de imágenes de la ceremonia religiosa, flores blancas y una urna cubierta por una bandera de Nicaragua.

El sepelio de Venus Angelina reunió a familiares, amigos y miembros de la comunidad nicaragüense en el exilio, quienes ofrecieron palabras de consuelo a la madre, conocida por su liderazgo en el movimiento de desobediencia civil contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. La joven fue recordada como una persona alegre, solidaria y comprometida con los valores cristianos.

Irlanda Jerez, quien fue encarcelada por el régimen en 2018 y luego desterrada en 2019, ha sido una de las voces más visibles del exilio nicaragüense. Desde entonces ha denunciado las graves violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura y ha participado activamente en foros internacionales. En sus publicaciones recientes, además del dolor por la pérdida, expresó su deseo de continuar luchando por la libertad de Nicaragua, tal como su hija lo habría querido.

La noticia del fallecimiento de Venus Angelina ha generado numerosas muestras de solidaridad, especialmente entre activistas, organizaciones de derechos humanos y medios de comunicación independientes. Desde la oposición en el exilio se han publicado comunicados destacando la entereza de Jerez y acompañándola en el duelo.

Esta pérdida personal se suma al sufrimiento que muchas familias nicaragüenses enfrentan en el exilio, lejos de su país y, en muchos casos, sin posibilidad de regresar por la persecución política. En el caso de Jerez, su lucha ha sido marcada por la cárcel, la confiscación de su negocio, la separación familiar y ahora, la partida de su hija menor.