En riesgo inversión extranjera con nuevo reglamento de la dictadura

Aunque el régimen presenta el reglamento a la Ley N° 1240 como Ley de Inversiones Extranjeras como una estrategia para para atraer capital extranjero. La nueva normativa genera temor e inseguridad y pone en riesgo la inversión extranjera, aseguran analistas.

ESCENARIO NACIONALNACIÓNECONOMÍA

Darío Medios

6/5/20252 min read

Lejos de promover un marco jurídico que facilite la entrada de capital y un verdadero clima de estabilidad para la inversión, el régimen ha establecido un mayor control, y pretende obligar a los inversionistas a invertir en los intereses de la familia Ortega Murillo, bajo el concepto de “inversiones estratégicas”.

Para expertos en el tema, como es habitual para la dictadura, el instrumento legal, tiene tendencia a convertirse más en una herramienta política, partiendo de que todo lo relacionado a las inversiones de capital extranjero estará bajo el control de una Comisión Nacional de Inversión Extranjera CNIE, liderada por Laureano Ortega Murillo, hijo del dictador Daniel Ortega.

El nuevo reglamento también exige el registro obligatorio de todas las inversiones, incluyendo las ya existentes ante la Dirección de Inversiones del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio MIFIC dentro de los 120 días posteriores a la entrada en vigor de la ley. Sometiendo a inversionistas a procesos burocráticos y de mayor control.

La falta de claridad sobre los requisitos de registro y los procedimientos del MIFIC, que todavía no han sido publicados, genera incertidumbre. La obligatoriedad de contratos para inversiones estratégicas podría imponer condiciones desfavorables, limitando la flexibilidad de los inversionistas.

Inversiones extranjeras en manos de Laureano Ortega

La Comisión Nacional de Inversión Extranjera, tendrá amplios poderes para aprobar, supervisar y regular las inversiones. Pero será el hijo de los dictadores Laureado Ortega, junto al presidente del Banco Central de Nicaragua, Ovidio Reyes, el ministro del MIFIC y el director de la Comisión Nacional de Zonas Francas, Fernando Sánchez, quienes estarán a cargo.

Expertos consideran que la supervisión de Laureano Ortega, es percibida como parte de la consolidación dinástica del régimen, lo que aumenta la desconfianza en posibles inversionistas, sobre todo de quienes no comparten las políticas represivas del régimen. A esto se suman las sanciones que ha recibido el régimen por parte de Estados Unidos.

En términos de inversión extranjera, el “chiguin” Laureano, tiene mucha experiencia, pero en proyectos fallidos como el satélite NicaSat1 o el canal interoceánico, poniendo en duda la capacidad que tenga para liderar las inversiones, lo que contrario a atraer, podría complicar el panorama.

Desde el 2018, el país está sumergido en una grave crisis política y económica por la falta de condiciones y seguridad jurídica para empresarios nacionales y posibles inversionistas extranjeros. Lo que se traduce en menos inversión para Nicaragua, menos crecimiento económico, menos exportación y menos generación de empleos.