El régimen intensifica ataques digitales y vigilancia a familiares de periodistas exiliados
La Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia FLED, advirtió que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha profundizado la represión contra periodistas independientes, llevando su persecución más allá del territorio nacional y afectando directamente a familiares de comunicadores exiliados.
ESCENARIO NACIONALNACIÓN
Darío Medios
7/11/20253 min read


La Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia FLED, advirtió que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha profundizado la represión contra periodistas independientes, llevando su persecución más allá del territorio nacional y afectando directamente a familiares de comunicadores exiliados.
El último informe de esta organización documenta que entre abril y junio de 2025 se registraron al menos 40 violaciones a la libertad de prensa en Nicaragua, de las cuales 28 ocurrieron en el entorno digital. El desplazamiento de la represión al ámbito virtual responde, según la FLED, al “silencio forzado” que el régimen ha logrado imponer en el país.
“A medida que el exilio reduce la presencia física del periodismo en el terreno, las campañas de hostigamiento, amenazas y ataques se trasladan con mayor fuerza a las plataformas digitales, donde el control y la vigilancia también se intensifican”, señala el informe. En paralelo, se ha intensificado el acoso contra familiares de periodistas que continúan ejerciendo desde el extranjero.
Uno de los testimonios recopilados proviene de una periodista exiliada en Estados Unidos desde 2023, quien denunció que su familia fue objeto de vigilancia y hostigamiento por parte de civiles armados vinculados al Frente Sandinista. El incidente, ocurrido en abril, generó un profundo impacto emocional en sus seres queridos y es interpretado como una represalia por su labor periodística desde el exilio.
Casos similares se repiten en diferentes partes del país. Otra comunicadora reportó que fanáticos sandinistas han vigilado la vivienda de su familia en Nicaragua, llevándola incluso a desistir de tramitar el pasaporte de su hija por temor a represalias. En zonas rurales, se han denunciado “visitas hostiles” y campañas de amenazas sistemáticas, que incluyen mensajes intimidatorios con detalles sobre domicilios y rutinas familiares.
Periodistas exiliados y medios digitales denuncian ciber ataques
La represión no solo se limita al plano físico. FLED resalta un aumento en las campañas de desinformación, hackeos, usurpación de identidades y bloqueos en línea contra medios digitales independientes y periodistas en el exilio. Esta forma de ataque digital ha buscado deslegitimar a medios críticos, obstaculizar su trabajo y minar la confianza de sus audiencias.
Varias plataformas de medios independientes que operan desde el exterior han denunciado intentos de sabotaje y ataques coordinados, incluyendo bloqueos desde dentro de Nicaragua para evitar que la población acceda a sus contenidos. Asimismo, perfiles falsos han replicado campañas de difamación contra comunicadores, atribuyéndoles vínculos con grupos criminales o políticos, en un intento por desacreditarlos.
“El régimen ha trasladado su aparato de censura y vigilancia al entorno digital, lo que pone en riesgo a periodistas incluso más allá de nuestras fronteras”, subraya el informe. Esta estrategia apunta a cerrar cualquier resquicio de información libre que pueda circular desde dentro o fuera del país.
El exilio continua 293 periodistas obligados a huir
Entre abril y junio de 2025, FLED documentó el exilio forzado de al menos cuatro periodistas, elevando a 293 el número total de comunicadores obligados a abandonar Nicaragua desde 2018. La organización advierte que la persecución ha forzado a muchos a abandonar su vocación o reducir su cobertura a temas no sensibles, mientras otros buscan trabajos alternativos para sobrevivir.
Esta situación se agrava durante fechas simbólicas, como los aniversarios de las protestas de abril, cuando la campaña de estigmatización contra el periodismo crítico se recrudece. El asesinato del mayor en retiro Roberto Samcam, ocurrido en Costa Rica el 19 de junio, ha intensificado el temor entre periodistas exiliados, quienes ven el crimen como una advertencia directa por denunciar violaciones a los derechos humanos desde el exterior.
FLED concluye que el número de violaciones reportadas no refleja el alcance real de la represión, ya que “el miedo persiste como una barrera que impide a muchos periodistas denunciar lo que viven”. La estrategia del régimen ha evolucionado: ya no se limita al cierre de medios, confiscación de equipos o encarcelamiento, sino que ahora se enfoca en la presión psicológica, la persecución digital y la represión familiar como método de censura.
En un país donde el periodismo independiente ha sido prácticamente borrado del espacio público, el entorno digital y el exilio se han convertido en los últimos bastiones de libertad informativa. Pero ni siquiera ahí están a salvo. Pese al temor y os ataques el periodismo independiente continua ejerciendo su labor denunciando la constante violación de derechos humanos por parte del régimen Ortega Murillo.
