Entre las figuras que encarnan el oportunismo y la desfachatez en Nicaragua, figura Carlos Wilfredo Navarro Moreira. Nacido en 1951 en una familia humilde de Managua, Navarro, un abogado y notario con especialización en Derecho laboral y una carrera como catedrático, es el ejemplo de una metamorfosis política que desafiaba cualquier lógica ideológica.

Navarro, quien lleva una vida como diputado en la Asamblea Nacional, ha transitado de ser un férreo antisandinista a un devoto acólito del régimen de Daniel Ortega. Su historia es la crónica de una dignidad en venta y principios de cartón, una relación en el que la lealtad se cotiza al mejor postor.

Los inicios de Navarro se gestaron en la Juventud del Partido Liberal Nacionalista (PLN), el partido de la familia Somoza, donde los hijos de la guardia estudiaban en el colegio Primero de Febrero. Su hermano, Edwin de Jesús Navarro Moreira, fue asesinado por los sandinistas en 1978, un hecho que, paradójicamente, no impidió su posterior viraje.

Tras la caída del somocismo, se unió al Partido Liberal Independiente PLI, de Virgilio Godoy, un acérrimo anti somocista, para luego, en el 2000, jurar lealtad a Arnoldo Alemán en el Partido Liberal Constitucionalista PLC, llegando incluso a ser candidato a alcalde de Managua.

Seguramente muy pocos nicaragüenses conocen que durante la década de los ochenta Navarro pasó un año preso en la cárcel La Modelo como preso político del primer régimen sandinista. “Hubo una denuncia contra mí, que era contra, porque yo hablaba más de la cuenta”, manifestó Navarro, en una entrevista al confiscado diario La Prensa en el 2016).

El Antisandinista Furibundo: Promesas de Lealtad Eterna

Hubo un tiempo en que la voz de Wilfredo Navarro resonaba con furia contra el sandinismo. El 10 de diciembre de 2005, en una entrevista con la agencia EFE, acusó al Frente Sandinista de operar con dinero mal habido y de usar una estructura en la Corte Suprema y el Poder Judicial para obtener fondos del narcotráfico.

Cinco años después le dijo a La Prensa que sería opositor de Daniel Ortega "hasta la muerte". Mientras en mayo de 2007 dijo que Daniel Ortega jugaba con fuego, al pretender administrar el petróleo venezolano sin rendir cuentas. Pero varios años más tarde su discurso y sus servicios cambiaron. La traición se fraguó cuando fue presidente en funciones del PLC.

El camaleónico político ha logrado sobrevivir a los innumerables altos y bajos de la política del país, ha estado en medio de todas las disputas del poder, como activista, ministro, dirigente político, diputado y hasta como candidato a alcalde de Managua, acomodándose a los cambios ideológicos cuando es necesario. De lo que si pueden estar seguros es que puede ser amigo hoy y enemigo mañana.

Navarro no escapa a las críticas de su propia familia, su hermana y sus sobrinas han expresado en medios de comunicación la decepción y traición que sienten al escuchar al diputado defender al régimen de los Ortega Murillo. “Hoy aparece en la mafia del dictador…Ello lo convierte en una vergüenza para la familia”, dijo su hermana Nidia Moreira, al medio Boletín Ecológico en octubre del 2019.