EEUU: La Purísima no puede celebrarse bajo temor y represalias de la dictadura

Estados Unidos denunció que la dictadura de Ortega y Murillo ha convertido las fiestas marianas en un acto de resistencia, imponiendo controles policiales, censura religiosa y amenazas contra los devotos, mientras intenta sofocar una tradición que el pueblo mantiene viva pese al miedo y la persecución.

ESCENARIO NACIONALNACIÓN

DaríoMedios Internacional

12/6/20252 min read

A través de sus redes sociales, la Embajada de los Estados Unidos en Managua denunció la persecución religiosa emprendida por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra los nicaragüenses, quienes, pese a los intentos del régimen por controlar la fe del pueblo, se preparan para celebrar las fiestas de La Purísima y la Navidad.

Esta semana se conoció que, mientras en las instituciones del Estado se celebra La Purísima sin restricciones, la dictadura ordenó al resto de devotos que deseen realizar los festejos solicitar permiso policial, una medida sin precedentes en estas tradiciones religiosas.

El régimen también ha prohibido el uso de los colores azul y blanco en los altares propios de la vestimenta de la Inmaculada Concepción de María, considerada por los católicos como “La Patrona de Nicaragua”, imponiendo nuevas restricciones a las expresiones de fe.

Libertad religiosa, un derecho humano

La sede diplomática explicó que, como parte de su política exterior, hace 27 años en Estados Unidos se promulgó la Ley Internacional de Libertad Religiosa, que reconoce la libertad de culto como un derecho humano universal y una libertad fundamental. En ese contexto, denunció el asedio del régimen contra las fiestas marianas, una de las expresiones de piedad popular más importantes del país.

“Los nicaragüenses merecen pasar estas fiestas libremente para practicar su religión y expresar sus creencias, sin temor a la represión, las restricciones y las represalias”, escribió la embajada en sus redes sociales. La publicación estuvo acompañada de una fotografía de Kevin Michael O'Reilly, encargado de negocios de la sede diplomática, durante una visita a la catedral del departamento de León, en el occidente del país.

Estados Unidos reiteró además que “la persecución religiosa desestabiliza los países, socava la esperanza de paz y ataca una verdad fundamental reconocida por nuestros Padres Fundadores: que la fe es esencial para la prosperidad humana y una sociedad libre”.

El régimen no puede contra la fe

A pesar de los intentos de la dictadura por controlar la fe, los nicaragüenses dentro y fuera del país celebrarán La Purísima como un acto de amor y devoción a la Madre de Dios, lo que representa otra derrota simbólica para el régimen.

El informe “Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?”, elaborado por la abogada nicaragüense Martha Patricia Molina, señala que desde 2018 a la fecha el régimen ha perpetrado más de 750 ataques contra la Iglesia católica, entre ellos la confiscación de monasterios y seminarios, y la detención de una veintena de sacerdotes, posteriormente desterrados a Estados Unidos, Roma y Guatemala.

Entre los religiosos desterrados por la dictadura se encuentran los obispos Rolando Álvarez, Isidoro Mora, Enrique Herrera y Silvio Báez, este último viviendo un exilio forzado a petición del papa Francisco.