EE.UU. advierte a sus ciudadanos reconsiderar viajes a Nicaragua ante creciente autoritarismo

El Departamento de Estado de Estados Unidos instó nuevamente a sus ciudadanos a reconsiderar cualquier plan de viaje a Nicaragua, citando el creciente autoritarismo del régimen de Daniel Ortega y los riesgos que esto representa para los turistas, especialmente ciudadanos estadounidenses.

ESCENARIO NACIONALNACIÓN

Darío Medios

6/24/20252 min read

El Departamento de Estado de Estados Unidos instó nuevamente a sus ciudadanos a reconsiderar cualquier plan de viaje a Nicaragua, citando el creciente autoritarismo del régimen de Daniel Ortega y los riesgos que esto representa para los turistas, especialmente ciudadanos estadounidenses.

Desde diciembre, Nicaragua figura en el Nivel 3 de advertencia de viaje, lo que significa que se recomienda “reconsiderar el viaje” debido a factores como la aplicación arbitraria de leyes, el riesgo de detenciones injustas y una asistencia médica limitada. El Nivel 4 —“no viajar”— es la categoría más alta dentro del sistema de alertas estadounidense.

La advertencia fue reiterada el pasado viernes en una inusual sesión informativa convocada por funcionarios del Departamento de Estado, quienes hablaron bajo condición de anonimato para no comprometer sus labores diplomáticas en el país. La medida respondió a una ola reciente de cobertura positiva sobre Nicaragua en medios de viajes, la cual, según los funcionarios, ignora el contexto político y de derechos humanos.

Situación política y los riesgos para viajeros en el país centroamericano

“Nicaragua tiene potencial para ser un gran destino de vacaciones, pero en medio hay graves violaciones de los derechos humanos y un sistema de gobierno autoritario muy estricto”, declaró uno de los funcionarios. “Esto tiene repercusiones para los ciudadanos estadounidenses y, en realidad, para todo tipo de viajeros”.

A pesar de contar con playas vírgenes, precios accesibles y excelentes condiciones para el surf y la observación de aves, Nicaragua se ha visto marcada por una profunda crisis desde 2018, cuando protestas masivas contra el gobierno fueron brutalmente reprimidas. Las manifestaciones se originaron como respuesta al giro autoritario del gobierno de Ortega, y su esposa Rosario Murillo, quien pasó de vicepresidenta a copresidenta del país.

Desde entonces, el régimen ha endurecido su control sobre las instituciones del Estado, ha criminalizado la disidencia y ha tomado acciones represivas contra organizaciones sin fines de lucro y grupos religiosos, particularmente aquellos con lazos con Estados Unidos.

La advertencia subraya una vez más la creciente preocupación internacional por la situación política en Nicaragua, y la tensión que esto genera en las relaciones diplomáticas y turísticas con países como Estados Unidos.