Dictadura revoca destierro a influencer Valeria Sánchez y le permite ingreso a Nicaragua

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo revocaron el destierro que semanas atrás habían impuesto a la creadora de contenido e influencer Valeria Sánchez, quien finalmente logró entrar a Nicaragua y reunirse con su familia.

ESCENARIO NACIONALNACIÓN

Darío Medios 6

3/20/20251 min read

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo revocaron el destierro que semanas atrás habían impuesto a la creadora de contenido e influencer Valeria Sánchez, quien finalmente logró entrar a Nicaragua y reunirse con su familia.

No han sido meses fáciles para Sánchez, quien salió de Nicaragua y cuando se disponía a regresar al país el pasado 30 de enero, la aerolínea Avianca le notificó que no tenía permiso de embarcar a su país, Nicaragua.

Esas semanas decenas de nicaragüenses fueron desterrados de facto, entre influencers, médicos, empresarios, y otros, sin un patrón claro de los criterios utilizados por el régimen para ordenar los destierros.

Algunos influencer como Valeria Sánchez apelaron la resolución, buscaron contactos cercanos a la dictadura y tras serle ordenado un sepulcral silencio, están de regreso en el país. Se desconoce si podrán volver a salir de Nicaragua e ingresar sin problemas.

Algunos desterrados pueden apelar ante el MINT

Según información obtenida por Darío Medios Internacional, los nicaragüenses rechazados por el régimen Ortega Murillo para ingresar al país, deben solicitar una revisión de su caso ante el Ministerio del Interior (MINT), aunque solo unos pocos logran ser aceptados y, de hacerlo, quedan sujetos a condiciones.

Sánchez había permanecido alejada de sus plataformas digitales, aumentando la incertidumbre sobre su situación. Su reaparición confirma su regreso al país, aunque aún persisten interrogantes sobre las condiciones en las que logró entrar.

La dictadura se goza del poder que ejerce sobre los ciudadanos. Decidir quién viaja y quién no, quién regresa y quién es expulsado, quién está libre o encarcelado, responde a la patológica necesidad de Rosario Murillo de controlar a las personas.

Centenares de nicaragüenses siguen en el destierro, intentando reconstruirse en un exilio forzado, lejos de su familia y en silencio, para no afectar a los que se quedaron con el país por cárcel.