Dictadura reclama de forma vulgar al Vaticano por entrevista de monseñor Rolando Álvarez
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo reclamó de forma vulgar al Vaticano por las recientes declaraciones de Monseñor Rolando Álvarez
ESCENARIO NACIONALPOLÍTICA
DaríoMedios
2/9/20253 min read


La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo reclamó de forma vulgar al Vaticano por las recientes declaraciones de Monseñor Rolando Álvarez, quien afirmó que seguirá siendo "obispo de Matagalpa hasta que Dios quiera".
El pasado 6 de febrero, Monseñor Álvarez, brindó una entrevista a EWTN, donde se refirió a su situación carcelaria en Nicaragua, afirmando que no se considera exiliado, sino en "libertad" en la ciudad eterna.
"Nos pronunciamos sobre declaraciones que a nombre del Estado Vaticano, se realizan desde páginas y plataformas que les son propias, declaraciones que constituyen un agravio y un insulto a la soberanía y dignidad del Estado nicaragüense", se lee en el documento "Luz y Verdad", se lee en la nota de protesta titulada "Luz y verdad", difundida este domingo por el régimen.
El documento oficial tilda de "desagravio" a la soberanía las declaraciones de Monseñor Álvarez, afirmando que la entrevista del purpurado, quien ha jugado un papel importante en la defensa de los derechos humanos de los nicaragüenses, es una "agresión" más hacia los nicaragüenses.
"Condenamos estas conductas inadmisibles de personas que desde tronos ególatras, con disfraces y máscaras de benevolencia y farisaico Misticismo, continúan agrediendo al pueblo nicaragüense, en su pretensión de poder político, ridícula, insolente e indecente, por oculta tras ropajes fantasmagóricos, y pretensión absurda, al fin, por basarse en arbitrariedades, falsificaciones, afán de sometimiento y violación de todos los Derechos", anotó la dictadura.
Desconocen nombramiento de Álvarez como obispo
En su arremetida contra el Vaticano, el régimen señala que desconocen el nombramiento de Monseñor Álvarez como obispo de Matagalpa, dejando entrever que su nombramiento viola las leyes del país y que desde los púlpitos se insta al odio.
"Esos individuos han roto con el sagrado deber de todo ciudadano de este país, de custodiar y preservar soberanía, seguridad, paz y trabajo digno de cada persona. Desde púlpitos y tronos vacíos, esos falsos profetas y mercaderes, desconocen a Cristo y sus doctrinas de amor y concordia, legado profético a la humanidad, como patrimonio de esperanza, convivencia dialogante, tolerante y pacífica, entre hermanos", apuntó la dictadura.
"Las citadas conductas, inadmisibles y anti-cristianas, han merecido, y merecen, la condena de las familias nicaragüenses y nada autoriza al Estado Vaticano, que debe regirse por las Normas del Derecho Internacional, y el respeto a los gobiernos e instituciones nacionales, a otorgar nombramientos de cualquier tipo, en el territorio soberano y digno de nuestra nicaragua", se lee en el documento escrito por Murillo y difundido por el Ministerio de Relaciones exteriores del régimen.
La dictadura, que desde que retomaron el poder desde el año 2007, también acusó de "depravada" a la Iglesia Católica, fe de la que ellos dicen profesar.
"Toda conducta jurídicamente inadmisible, y por lo tanto ilícita e ilegal, se considera ofensiva a la dignidad, decoro y libertades de nuestro pueblo, que vive, no sólo según las leyes humanas, sino y sobre todo según los principios, valores y prácticas del cristianismo verdadero", añade el escrito.
El régimen muy dolido por la entrevista de Monseñor Álvarez, quien envió un mensaje de esperanza a los nicaragüenses, también acusó a los sacerdotes de ser "falsos profetas" que según ellos, buscan poder político en el país.
"El Pueblo nicaragüense ha defendido con sangre y honor santos, a través de los siglos, su vida soberana y pacífica. Las conductas ilícitas e inapropiadas de falsarios, fariseos y profetas del vacío, que rechazamos, en nada difieren de comportamientos y prácticas que derivan de ideologías fascistas, pro-imperialistas, y en ningún momento podrán ser admitidas, aceptadas, y mucho menos aplaudidas en Nicaragua", cargó la dictadura.
"Desde la fe que nos caracteriza y mueve, nuestra más enérgica protesta por la promoción de personas apátridas, destructivas, ambiciosas e irredentas, y la pretendida imposición de tales personajes deleznables, como autoridades que nadie reconoce o reconocerá", finaliza el documento.