Los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo mandaron a retiro a la controversial magistrada Juana Méndez, quien salió por la “puerta grande” y le da un premio de consolación por los servicios prestados y la complicidad con los crímenes de la familia Ortega Murillo.

La Magistrada sandinista Juana Méndez, ficha leal de Daniel Ortega, abandonará su cargo de magistrada, porque la dictadura tendría nuevas fichas al frente del Poder Judicial.

Tras su obvio descarte, una fuente judicial compartió con Darío Medios Intencional, que Méndez recibiría como premio de consolación, un escaño en la Corte Centroamericana de Justicia, una corte decorativa y sin incidencia alguna en la región.

A diferencia de Alba Luz Ramos, ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia, quien fue expulsada de su oficina en la oscuridad, bajo custodia policial y anulada de la palestra pública desde octubre de 2023, mientras Juana Méndez sale con su propio premio de consolación, una carta de renuncia redactada en El Carmen y rumbo a la Corte Centroamericana de Justicia.

Las purgas han sido implacables en el Poder Judicial, donde los funcionarios solamente desaparecen o son desaparecidos, con la Magistrada Juana Méndez es diferente.

Ortega le debe su carrera política a Juana Méndez, porque ella absolvió a Daniel Ortega de las graves acusaciones de abuso sexual que hiciera su hijastra Zoilamérica Narváez.

Así cayó en desgracia

La magistrada Juana Méndez se consideraba “intocable”. Desde hace algunos meses Rosario Murillo intentaba desaparecerla de ese poder del estado. Ya antes la dictadura purgó a su hija Niquirana Ferreti y a su nuera Yelba Orozco, ambas eran trabajadoras del poder judicial.

La hija de Méndez laboraba en su despacho, mientras que su nuera Orozco trabajaba en el área de relaciones públicas de la Corte.

Juana Méndez se va del Poder Judicial a sus 70 años. Fue nombrada magistrada de la Corte Suprema de Justicia en el 2007, cuando Ortega sumió el poder.

Además de absolver al violador de Daniel Ortega para que pudiera seguir postulándose como presidente de Nicaragua, Méndez llevó el proceso judicial contra el corrupto expresidente Arnoldo Alemán.