La historia de Radio Darío, fundada en 1948 en la ciudad colonial de León, Nicaragua, es un relato vibrante de compromiso informativo, arraigo comunitario y, trágicamente, de una brutal embestida por parte de un régimen autoritario. Radio Darío no era solo una emisora; era un lazo comunitario, un punto de encuentro en el dial.

Durante décadas, la emisora se erigió como la voz del occidente nicaragüense, tejiendo un tapiz sonoro que combinaba la calidez de la música popular con la inmediatez de la noticia. Su señal, clara y potente, no se permitía la tibieza, eligiendo un periodismo activo que no rehuyó las realidades de su entorno.

El 18 de abril, Nicaragua se alzó en protestas masivas exigiendo el fin del gobierno de Daniel Ortega. La respuesta del régimen fue una represión violenta y despiadada. En ese contexto de convulsión social, Radio Darío cumplió su rol esencial: informar. Sus micrófonos se abrieron para dar voz a las manifestaciones, para documentar la creciente brutalidad estatal. Esta valentía informativa la convirtió, inevitablemente, en un objetivo para la dictadura.

Sobrevivir, “fue un milagro”.

La noche del 20 de abril de 2018 quedará grabada en la memoria de Nicaragua y en la historia del periodismo nicaragüense. Un grupo de individuos, sicarios del régimen sandinista, liderados por figuras como el diputado Filiberto Rodríguez, el secretario político Evert Delgadillo y el comisionado en desgracia Fidel Domínguez, perpetraron un acto de barbarie. Impregnados de una sed de silenciar voces críticas, rociaron las instalaciones de Radio Darío con combustible y le prendió fuego.

Dentro se encontraban periodistas, locutores y Aníbal Toruño, propietario y director del medio. En medio de la transmisión, una explosión sacudió el edificio. El fuego se propagó rápidamente, envolviendo estudios y redacción en un infierno de llamas y humo.

Milagrosamente, el equipo de periodistas y colaboradores, lograron escapar con vida, huyendo por una puerta lateral que habitualmente permanecía clausurada. "Fue un milagro", recuerda Toruño consciente de la delgada línea que los separó de una muerte segura, entre las brasas de lo que un día fue su lugar de trabajo.

Tras el incendio, vino el asedio implacable: la persecución, las amenazas de cárcel, el exilio forzado, las confiscaciones de bienes, el destierro. La dictadura buscaba no solo destruir la infraestructura de Radio Darío, sino también desarticular su equipo humano, sembrar el miedo y garantizar su silencio definitivo.

La dictadura fracasó, Darío Medios continua informando.

A pesar del salvaje ataque, Radio Darío demostró una resiliencia admirable. Incluso con su redacción convertida en escombros humeantes y su equipo destruido, la emisora mantuvo sus transmisiones, buscando alternativas para seguir informando a su audiencia. Esta tenacidad fue un golpe directo a la estrategia de silenciamiento del régimen, una muestra palpable de que la verdad no se doblega fácilmente ante la violencia.

La historia de Radio Darío no terminó en las cenizas. Con una ética y una pasión por la verdad informativa intactas, el equipo liderado por Aníbal Toruño se negó a ser silenciado. Como un ave fénix, de las ruinas de Radio Darío emergió Darío Medios Internacional.

Este nuevo proyecto trascendió las fronteras geográficas y el alcance local de su predecesor. Desde el exilio, Darío Medios Internacional se ha propuesto informar, no solo al occidente de Nicaragua, sino a toda la nación y al mundo.

Nuestra plataforma digital se ha convertido en un faro de resistencia, un espacio para la memoria y la denuncia contra la corrupción y la opresión. Cada artículo, cada vídeo, cada transmisión se transforma en un ladrillo, en la construcción de una narrativa alternativa a la impuesta por la dictadura en Nicaragua.

Darío Medios Internacional es una oda a la perseverancia, un testimonio del fracaso de la dictadura en su intento de silenciar las voces disidentes. Lo que comenzó como una radio local con una fuerte conexión comunitaria se reinventó desde el exilio, transformándose en un medio global con la misma misión fundamental: promover la verdad y cubrir las noticias con valentía y rigor.