Pastores evangélicos en condición de anonimato denunciaron las recientes amenazas que Daniel Ortega y Rosario Murillo han comunicado a las Iglesias Evangélicas. Les dejan dos caminos: someterse al régimen, replicar el discurso oficialista o desaparecerlos eliminando su personería jurídica.

El encargado de transmitir la orden de Ortega y Murillo es Omar Duarte, presidente del Ministerio Evangelistero Ríos de Agua, quien usa su investidura de pastor y aunque no es el presidente de la Federación de Iglesias Evangélicas Nicaragüenses FIENIC, es quien amedrenta a los religiosos.

El mensaje fue claro, quitarles personerías jurídicas y cerrar templos si no se alinean con la federación de Iglesias Evangélicas Nicaragüenses FIENIC, una federación bajo control del régimen. Los Pastores evangélicos denunciaron que hay una orden de imponer normalidad, manipular la Palabra de Dios y apoyar al régimen represor.

Los pastores también denunciaron que Omar Duarte conspiró para desaparecer el Concejo Nacional de Pastores Evangélicos, CNPEN, una de las organizaciones evangélicas más antiguas del país, para así poder crear FIENIC, una entidad religiosa al servicio de la dictadura.

Iglesias miembros de FIENIC con grandes beneficios

La federación evangélica FIENIC sí puede congregar personas sin que sus eventos sean cancelados. Para este próximo 19 de abril invitaron a un Festival religioso en Juigalpa, cuyo lema incluye: “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios"

Las iglesias de FIENIC tienen garantizada su sostenibilidad económica y organizativa, desde las alcaldías municipales, se les han entregado aportes económicos y escrituras de propiedades, convirtiéndose en una organización religiosa a la medida del régimen, siendo los únicos que tiene permitido orar por Nicaragua.