Dictador Ortega reaparece desmejorado en acto de entrega de buses chinos

Con un rostro inflamado y un semblante desmejorado, propio de una persona enferma y que permaneció en cama durante varios días, el dictador Daniel Ortega Saavedra reapareció este sábado en un acto dedicado a la muerte del guerrillero sandinista Germán Pomares Ordóñez.

ESCENARIO NACIONALNACIÓN

Darío Medios

5/25/20251 min read

Con un rostro inflamado y un semblante desmejorado, propio de una persona enferma y que permaneció en cama durante varios días, el dictador Daniel Ortega Saavedra reapareció este sábado en un acto dedicado a la muerte del guerrillero sandinista Germán Pomares Ordóñez.

Vistiendo una sudadera roja oscura y un pantalón de vestir, negro y holgado, el dictador, junto a su esposa, la codictadora Rosario Murillo aparecieron a las 6:45 pm (con 45 minutos de retraso), en la rotonda Hugo Chávez, en Managua.

El rostro de Ortega se percibió pálido y el entorno de sus ojos con una línea de color verde, lo que aumenta la especulación entre la ciudadanía sobre su estado de salud. Como es habitual en el régimen, se desconoce qué tipo de padecimientos aquejan al dictador de 79 años de edad y en el poder de forma consecutiva desde enero de 2007.

Al momento que la pareja dictatorial llegó, Ortega fue desairado por Murillo, quien lo tomó de la mano para dirigirse hacia la tarima, pero ante la dificultad de su esposo para caminar, le soltó la mano y se adelantó.

El dictador Daniel Ortega apareció en la conmemoración del 46 aniversario de la muerte del guerrillero sandinista Germán Pomares Ordóñez, conocido como “El Danto”. Se le escucho más pausado que de costumbre, su discurso fue desde la silla, de a momentos pronuncia mal las palabras, algunas poco se le entienden.

Contrario a Ortega, Murillo apareció con el pelo teñido en morado, con un vestido color mostaza y el tono bien maquillado. Las mejías de la codictadora se miraban rejuvenecidas, lo que indica que puso someterse a un tratamiento estético.

En esta ocasión, Murillo se percibe alegre y como una “mujer victoriosa”, pues se le vio cantar, bailar y hasta aplaudir, al momento que desde la tarima dirigía a los encargados del sonido para que sonaran cantos de protesta contra los Estados Unidos.

Ampliación en breve…