Daniel Ortega no puede contra el fervor religioso

Nicaragua le dice al dictador Daniel Ortega “no puedes contra mi fe”, y pese a la intimidación y las amenazas en las parroquias y demás templos del Nicaragua, los fieles católicos se desbordaron este Domingo de Ramos para dar inicio a la Semana Santa.

ESCENARIO NACIONALNACIÓN

Darío Medios 6

4/15/20251 min read

Nicaragua le dice al dictador Daniel Ortega “no puedes contra mi fe”, y pese a la intimidación y las amenazas en las parroquias y demás templos del Nicaragua, los fieles católicos se desbordaron este Domingo de Ramos para dar inicio a la Semana Santa.

Alegres procesiones intramuros, palmas y el rito en todo su esplendor, es la respuesta del pueblo nicaragüense a las restricciones impuestas por la codictadora Rosario Murillo, esposa del codictador Daniel Ortega, quien no permite las procesiones en las calles, la oración por Nicaragua, y que además vetó las judeas (teatros populares que recrean la Pasión y Muerte de Jesús).

Los policías bajaron órdenes estrictas a los sacerdotes y durante los ritos de Semana Santa les prohibieron orar por Nicaragua, la migración o los migrantes y mucho menos de los presos políticos. Hacerlo les garantizaría la cárcel.

Semana Santa coincide con aniversario de abril

Esta Semana Santa cobra otra relevancia especial, porque coincide con el séptimo aniversario de la Rebelión de Abril y revive la pasión y el sufrimiento del pueblo de Nicaragua y la esperanza que de entre la represión y la muerte resucitará.

El régimen ha intentado por todos los medios sabotear las profesiones de Fe sin tener éxito: persiguió, encarceló y expulsó sacerdotes, mantiene bajo amenaza a la Iglesia en general y pretenden imponer el autoritarismo por religión.

Las imágenes hablan por sí solas, fotos y videos de templos abarrotados con fieles de espíritu inquebrantable, esa es la respuesta de Nicaragua a sus restricciones.

Mientras, la dictadura emprende con total normalidad miles de actividades de verano, aglomeran a todos los que pueden en las playas en torno a sus ferias y pasarelas. El pan y el circo en su máxima expresión, pero como cada abril y casa semana santa, en Nicaragua nada está normal.