Daniel Ortega encerrado cancela otra actividad
Por segunda vez en poco más de un mes, la dictadura de Daniel Ortega ha suspendido un acto oficial alegando razones climáticas, lo que ha desatado una nueva ola de especulaciones sobre el frágil estado de salud del autócrata.
ESCENARIO NACIONALNACIÓN
DaríoMedios Internacional
10/17/20252 min read


Este viernes, el régimen emitió un breve comunicado informando la cancelación del evento conmemorativo por el 46 aniversario de la fundación del Ministerio del Interior, previsto para la tarde. El argumento, una vez más, fue el mismo: “las lluvias”.
“Por razones de pronóstico climático que confirma condiciones lluviosas para esta tarde, se ha decidido posponer el Acto de Conmemoración del 46 Aniversario de Fundación de nuestro Ministerio del Interior”, señala el documento oficial, agregando que, una vez superados estos fenómenos, se anunciará la nueva fecha.
¿Miedo a la lluvia o a la exposición pública?
Esta no es la primera vez que la lluvia “suspende” a Ortega. El pasado 15 de septiembre, Día de la Independencia, el acto oficial también fue cancelado a última hora por las mismas razones meteorológicas. En ambos casos, el dictador debía presidir los eventos y su ausencia no pasó desapercibida.
Las reiteradas suspensiones han desatado comentarios dentro y fuera de Nicaragua. Analistas apuntan a que, más que un temor al clima, los aplazamientos responden a la debilidad física del mandatario, quien en los últimos meses ha reducido drásticamente sus apariciones públicas.
Un líder cada vez más ausente
La última aparición pública de Ortega se dio en un acto cerrado, sin acceso a medios independientes y con participación limitada de funcionarios leales. Las imágenes oficiales muestran a un Ortega visiblemente envejecido y con movimientos lentos, reforzando la percepción de que su estado de salud atraviesa un deterioro evidente.
Mientras tanto, Rosario Murillo, se mantiene como la figura operativa del régimen, encabezando discursos diarios y supervisando los actos oficiales en su lugar.
Un régimen sostenido por el silencio y el control
La “excusa” del clima parece haberse convertido en una fórmula para ocultar la fragilidad del poder en Managua. Detrás del argumento meteorológico se esconde un régimen cada vez más hermético, sostenido por el aparato policial, militar y por una maquinaria comunicacional que intenta proyectar normalidad donde ya solo hay sombras.
En contraste con sus años de multitudes y desfiles, Ortega luce recluido, ajeno a las calles y a sus propias bases políticas. Lo que alguna vez fue un líder de masas, hoy parece un hombre que gobierna desde el encierro y el temor.



