Cristiana Chamorro: “Misión cumplida. Te llevaremos a Nicaragua cuando vuelva a ser República”

“Gracias, mamá… Misión cumplida. Te llevaremos a Nicaragua cuando vuelva a ser República de todos los nicaragüenses”, expresó Cristiana desde el altar de la iglesia, en un acto íntimo y solemne, rodeada de familiares, exiliados nicaragüenses, diplomáticos y figuras políticas costarricenses.

ESCENARIO NACIONALNACIÓN

Darío Medios

6/17/20253 min read

En su primera aparición pública desde que fue desterrada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el 9 de febrero de 2023, la periodista y exaspirante presidencial Cristiana Chamorro Barrios despidió con un emotivo mensaje a su madre, la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, durante la misa de cuerpo presente celebrada en San José, Costa Rica.

“Gracias, mamá… Misión cumplida. Te llevaremos a Nicaragua cuando vuelva a ser República de todos los nicaragüenses”, expresó Cristiana desde el altar de la iglesia, en un acto íntimo y solemne, rodeada de familiares, exiliados nicaragüenses, diplomáticos y figuras políticas costarricenses.

Exilio forzado y sepultura digna

Cristiana fue una de los 222 presos políticos expulsados del país por el régimen Ortega-Murillo. Su voz, silenciada durante más de un año, volvió a escucharse públicamente en el contexto del funeral de su madre, símbolo de la transición democrática tras el fin de la guerra civil en Nicaragua.

La misa, celebrada en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, estuvo marcada por símbolos históricos: el ataúd fue cubierto con la bandera azul y blanco y adornado con la banda presidencial que Daniel Ortega entregó a doña Violeta el 25 de abril de 1990, cuando aceptó la derrota electoral ante ella. Sobre el féretro se colocó también una fotografía de ese día.

“Gracias por abrirnos este país a todos los ciudadanos desterrados y permitirnos hoy darle a nuestra madre una sepultura digna y segura en el país de ustedes”, agradeció Cristiana al pueblo costarricense.

“Si Nicaragua me necesita, yo lo hago”

Durante su intervención, Cristiana recordó el momento en que su madre decidió aceptar la candidatura presidencial en 1989, motivada por un llamado del pueblo: “Si Nicaragua me necesita, yo lo hago”, le dijo entonces a su familia. Ese acto, destacó Cristiana, fue el inicio de una campaña histórica que la llevaría a recorrer el país entero —en muletas y en silla de ruedas— durante 170 días, llevando un mensaje de reconciliación.

Cristiana resaltó que su madre, sin título universitario ni experiencia política previa, gobernó con valores y no con autoritarismo: “Un demócrata, en su caso una mujer, puede cambiar el rumbo de un país […] por el arte de servir a la política y al poder sin servirse de estos”.Reconciliación en vez de venganza

La hija de la expresidenta subrayó que el mayor legado de su madre fue su apuesta por la reconciliación y la convivencia democrática. “Ella no quería pasar a la historia como un gobierno que aplastó a sus opositores, sino en reconciliación, que es la política del respeto mutuo”, dijo.

Y contrastó su legado con el del régimen actual, señalando que doña Violeta nunca persiguió ni encarceló a sus adversarios, ni recurrió al odio o a las confiscaciones como herramienta de poder.

Ahora, los restos de la expresidenta descansan en Costa Rica, país que la acogió en su primer exilio junto a su esposo, el mártir de las libertades públicas Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, y que hoy sirve también de refugio a sus hijos, todos desterrados.

Una promesa de regreso

Cristiana cerró su discurso con una promesa profundamente simbólica: “No te preocupés, te llevaremos al lado de tu amado cuando Nicaragua vuelva a ser República de todos los nicaragüenses y podamos gozar la paz y la libertad de tus tiempos. Misión cumplida. Te queremos mucho y un beso grande de aquí al cielo”, finalizó la también excandidata presidencial.