El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, convocó para este lunes una reunión de emergencia en la Casa Blanca con los más altos mandos de defensa y política exterior, con el objetivo de definir los próximos pasos de Washington frente al régimen de Nicolás Maduro. El encuentro ocurre en medio de una escalada inédita contra estructuras del narcotráfico vinculadas al poder político venezolano y en un momento de máxima presión para Nicaragua, cuya permanencia en el CAFTA-DR será decidida este mes por EE. UU.

De acuerdo con información divulgada por CNN, la sesión incluirá al secretario de Defensa, Pete Hegseth; al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Dan Caine; y al secretario de Estado, Marco Rubio, quien ha asumido un rol central en la estrategia estadounidense hacia América Latina. Fuentes consultadas señalan que Trump evalúa medidas de alto impacto, que abarcan desde decisiones diplomáticas hasta posibles operaciones militares.

Advertencias directas al Cartel de los Soles

La reunión se produce bajo un ambiente de tolerancia cero contra el Cartel de los Soles, señalado por Washington como una de las redes de narcotráfico más poderosas del hemisferio y estrechamente ligada a altos mandos del chavismo. Durante el fin de semana, Trump emitió una directiva inusual dirigida a aerolíneas, pilotos y redes del crimen organizado, advirtiendo que eviten el espacio aéreo venezolano ante operaciones que podrían escalar.

Aunque el propio Trump confirmó haber sostenido una conversación telefónica con Nicolás Maduro, no reveló detalles, lo cual alimenta especulaciones sobre un menú de acciones que podría incluir nuevas sanciones, presión militar desde el Caribe o decisiones diseñadas para acelerar cambios en Venezuela.

En la conferencia matutina, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dejó claro que Estados Unidos no descartará ataques contra grupos señalados como terroristas, reforzando la narrativa de que el chavismo opera en alianza con estructuras criminales internacionales.

Golpes colaterales: Ortega en la línea de fuego del CAFTA-DR

La crisis en Venezuela tiene repercusiones inmediatas en Centroamérica, especialmente para el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. La administración Trump se prepara para anunciar este mes la decisión final sobre la permanencia de Nicaragua en el tratado comercial CAFTA-DR, del cual depende más del 60% de sus exportaciones.

El proceso formal comenzó en diciembre de 2024 y ya concluyó en octubre de 2025 que el régimen Ortega-Murillo viola derechos laborales y humanos, afectando directamente al comercio y a los intereses estadounidenses, según el informe oficial del USTR (Oficina del Representante Comercial de EE. UU.).

Fuentes diplomáticas indican que diciembre será decisivo: Washington podría suspender totalmente a Nicaragua del tratado o aplicar aranceles selectivos a sectores clave, una sanción que tendría efectos económicos devastadores para el sandinismo.

Mientras Estados Unidos define su estrategia simultáneamente en Venezuela y Nicaragua, el tablero regional se tensiona. La reunión de la Casa Blanca confirma que los próximos días serán determinantes para la geopolítica en el hemisferio y para el futuro inmediato de los regímenes aliados del chavismo.