Carlos Pellas doblegado o ¿una alineación con los intereses del régimen de Daniel Ortega?
Entre el creciente control gubernamental sobre los medios de comunicación en Nicaragua, analistas comenzaron a notar un cambio perceptible en la línea editorial de Vos TV, el canal de televisión propiedad del influyente empresario Carlos Pellas. Este ajuste, interpretado por algunos como una alineación con los intereses del gobierno de Daniel Ortega, genera sospechas sobre posibles presiones ejercidas sobre uno de los grupos económicos más poderosos del país.
ESCENARIO NACIONALNACIÓN
Darío Medios
7/23/20253 min read


El control absoluto de la información en Nicaragua ha sido una prioridad del régimen Ortega-Murillo desde la crisis sociopolítica de 2018. En este contexto, medios de comunicación independientes han sido cerrados, confiscados o forzados al exilio. Aquellos que aún operan dentro del país lo hacen bajo una estricta vigilancia, autocensura o, en algunos casos, una aparente colaboración con el discurso oficial. El caso más reciente que ha despertado sospechas es el del canal de televisión Vos TV, propiedad del influyente empresario Carlos Pellas.
Analistas han comenzado a notar un giro en la línea editorial de Vos TV, particularmente en su cobertura de la reciente conmemoración del 46 aniversario de la Revolución Sandinista. A diferencia de años anteriores, el canal adoptó un tono marcadamente complaciente con el régimen, algo que hasta ahora había sido característico de medios oficialistas como Canal 4 o Canal 6. Esta actitud ha sido interpretada por observadores como una señal de alineamiento con el gobierno de Daniel Ortega, motivado posiblemente por presiones directas sobre la familia Pellas, una de las más poderosas del país.
Régimen impone su agenda propagandística
La cobertura favorable del evento dictatorial no pasó desapercibida. Voces críticas advierten que el contenido presentado por Vos TV se ajusta a la narrativa impuesta por el régimen, que utiliza las efemérides revolucionarias para legitimar su permanencia en el poder y ocultar la represión y el deterioro institucional. Esta actitud refuerza la percepción de que el régimen no solo ha logrado someter a los medios estatales, sino que también ejerce un control indirecto sobre medios privados mediante amenazas de confiscación, cierre o judicialización.
En este entorno, la familia Pellas enfrenta un dilema complejo. Carlos Pellas, quien en su momento fue parte del llamado “matrimonio” entre el gran empresariado y el régimen sandinista, rompió vínculos visibles tras la rebelión cívica de 2018. Sin embargo, el aparente viraje editorial de Vos TV sugiere un posible retorno a la política de "convivencia forzada", donde algunos sectores económicos prefieren ceder ante las exigencias del poder antes que arriesgar sus inversiones o libertad.
Detrás de este aparente cambio, se especula con fuertes presiones sobre la familia Pellas. Analistas sugieren que el régimen de Ortega podría estar obligando al conglomerado empresarial a moldear su agenda mediática a cambio de evitar el cierre, la confiscación de sus bienes o la criminalización, destinos que han sufrido numerosos medios de comunicación independientes y voces disidentes en el país. La historia reciente de Nicaragua ha demostrado la implacable mano de la pareja dictadora, contra aquellos que se atreven a desafiar su narrativa.
Carlos Pellas ¿doblegado?
Carlos Pellas, una figura central en el panorama empresarial nicaragüense, fue en su momento parte de un "matrimonio" entre el gran empresariado y el régimen sandinista, una relación que, para muchos, "sucumbió" con la crisis sociopolítica de 2018. Sin embargo, a pesar de la ruptura generalizada entre el sector privado y la dictadura, algunos empresarios han optado por someterse a las condiciones impuestas por la dictadura. Estos sectores no han sido tildados de opositores y, de hecho, han logrado mantener sus operaciones e intereses, conviviendo con las exigencias del gobierno.
La situación plantea interrogantes clave sobre la independencia de los medios que aún operan dentro de Nicaragua y el difícil equilibrio que enfrentan los actores empresariales bajo un régimen autoritario. ¿Puede haber libertad informativa en un país donde el costo de disentir es la ruina económica o el exilio? ¿Hasta qué punto están dispuestos algunos empresarios a colaborar con la dictadura para mantener su estatus?
Mientras tanto, el régimen Ortega-Murillo continúa perfeccionando su hegemonía mediática, no solo mediante la propaganda directa, sino también con la silenciosa cooptación de quienes alguna vez ofrecieron un contrapeso.
Desde 2018, el régimen ha ejecutado una ofensiva sistemática contra la prensa independiente: redacciones asaltadas, periodistas encarcelados o forzados al exilio, medios cerrados o convertidos en oficinas estatales tras ser confiscados, como ocurrió con Confidencial, 100% Noticias y La Prensa. Esta estrategia ha dejado un panorama desolador para la libertad de prensa en Nicaragua, donde el control de la información es parte integral de la maquinaria de poder.
