Capturan a Lenín Cerna, exjefe de Seguridad del Estado sandinista, tras semanas en fuga
El temido exjefe de Seguridad del Estado en la década de 1980, Lenín Cerna, fue capturado este martes en el norte del país, tras varias semanas en fuga, confirmaron fuentes al medio 100% Noticias. Cerna fue detenido junto a dos personas más y habría sido trasladado a Managua, posiblemente a las celdas de El Chipote.
ESCENARIO NACIONALNACIÓNPOLÍTICA
Darío Medios
9/3/20252 min read


El temido exjefe de Seguridad del Estado en la década de 1980, Lenín Cerna, fue capturado este martes en el norte del país, tras varias semanas en fuga, confirmaron fuentes al medio 100% Noticias. Cerna fue detenido junto a dos personas más y habría sido trasladado a Managua, posiblemente a las celdas de El Chipote.
De acuerdo con las fuentes, desde el 31 de julio la Policía Sandinista allanó su vivienda sin lograr ubicarlo, lo que obligó a Cerna a esconderse en diferentes puntos de Nicaragua hasta su captura. La detención de Cerna ocurre en medio de un ambiente de purgas y traiciones políticas al interior del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), donde Rosario Murillo ha consolidado el control absoluto del régimen, desplazando viejos cuadros históricos de la revolución.
Parte de las purgas internas en el sandinismo
Aunque Cerna se mantuvo como un colaborador cercano y leal a Daniel Ortega, sus roces con Murillo fueron notorios desde hace más de una década. En 2011 fue removido de la Secretaría de Organización del FSLN tras un fuerte enfrentamiento interno. Desde entonces, se le consideraba una figura incómoda para el círculo de poder de la actual vicepresidenta.
Durante los años 80, Cerna dirigió estructuras de inteligencia con una red de hombres de confianza que, según fuentes, continuaron vinculados a él durante décadas. En semanas recientes, su administrador —conocido como Payín— ya había sido capturado, lo que presagiaba que el propio Cerna sería eventualmente detenido.
Rosario Murillo concentra el poder
La captura de Cerna también coincide con el fortalecimiento del liderazgo de Rosario Murillo, quien se ha convertido en el rostro principal del régimen. En actos oficiales, incluso militares, Murillo ocupa espacios que tradicionalmente correspondían a Ortega, consolidando lo que analistas describen como un proceso de sucesión dinástica.
Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos y familiares de presos políticos siguen demandando la liberación de más de un centenar de reos de conciencia y denunciando nuevas desapariciones forzadas.
La caída de Lenín Cerna marca otro capítulo en el proceso de eliminación de los viejos cuadros del sandinismo de los años 80, sustituidos por la red de poder construida alrededor de Rosario Murillo.
