En su más reciente edición del programa Puntos Clave, la periodista Jennifer Ortiz analizó la estrategia de sucesión que la familia Ortega Murillo impulsa para perpetuarse en el poder en Nicaragua. El eje del análisis fue el reciente intento del régimen por proyectar a Camila Ortega Murillo como una “líder global”, en una maniobra que, según Ortiz, forma parte del plan dinástico de la pareja presidencial.

“No se trata solo de política, sino de la construcción de una dinastía”, advirtió Ortiz, destacando que los hijos del dictador Daniel Ortega y de su esposa Rosario Murillo ocupan posiciones clave en el aparato estatal, diplomático y propagandístico del país.

Según el análisis, Laureano Ortega Murillo actúa como “canciller en la sombra”, fungiendo como enlace con potencias aliadas como Rusia y China, donde ha firmado acuerdos en representación de la dictadura. Mientras tanto, Mauricio Ortega controla el ámbito deportivo como instrumento de propaganda y Daniel Edmundo Ortega, bajo la dirección de su madre, lidera el Consejo de Comunicación y Ciudadanía, desde donde se orquesta la maquinaria mediática del régimen.

“Es el cerebro detrás de la propaganda sandinista”, señaló Ortiz, refiriéndose a Daniel Edmundo, encargado de imponer la narrativa oficial y criminalizar a los críticos del gobierno.

Camila Ortega, la nueva apuesta de Rosario Murillo

En ese contexto, Rosario Murillo ha decidido proyectar internacionalmente a su hija Camila Ortega, quien encabeza la plataforma oficialista Nicaragua Diseña. Recientemente, Camila fue designada para liderar una delegación en el Foro Global de Mujeres Líderes en China, donde su madre la presentó como “una protagonista de los cambios y avances en Nicaragua”.

Sin embargo, para Ortiz, este intento de mostrarla como referente global “es una farsa”. “Camila Ortega no tiene trayectoria, mérito ni legitimidad popular. Es una líder por dedazo, no por mérito”, expresó la periodista. “Pretender que es una líder global es un insulto a las miles de mujeres que han luchado y se han ganado sus espacios sin ser hijas del poder”.

Ortiz también criticó que la principal plataforma de Camila, Nicaragua Diseña, se desarrolla en una “burbuja de privilegios”, ajena a las realidades del país. Mientras la dictadura reprime y empuja al exilio a miles de nicaragüenses, la hija presidencial organiza pasarelas y eventos de moda.

“Un verdadero líder se enfoca en resolver las necesidades urgentes de su gente”, afirmó Ortiz, recordando que el hambre, la pobreza y la falta de libertades siguen marcando la vida en Nicaragua.

Camila, pieza activa de la maquinaria dictatorial

La periodista enfatizó que Camila Ortega no puede desvincularse de las violaciones del régimen que representa. “Al aceptar estos roles de alto perfil, se convierte también en cómplice. Cada vez que viaja, no representa a sí misma, sino a una dictadura con más de 120 presos políticos y más de 350 asesinados desde 2018”.

Ortiz concluyó que la exposición de Camila forma parte de una estrategia de sucesión cuidadosamente orquestada por Rosario Murillo, que busca garantizar la continuidad del poder familiar más allá de la figura de Daniel Ortega.