Berenice Quezada: De candidata a la libertad a modelo de sometimiento del régimen Ortega Murillo
Berenice Quezada, quien en 2021 fue silenciada por llamar a elecciones libres, vuelve al escaparate del poder desfilando bajo la mirada de los Ortega Murillo.
ESCENARIO NACIONALNACIÓN
DaríoMedios Internacional
10/28/20252 min read


La ex Miss Nicaragua y excandidata a la vicepresidencia Berenice Quezada sorprendió este fin de semana al reaparecer sobre la pasarela de Nicaragua Diseña 2025, el evento de moda impulsado y dirigido por Camila Ortega Murillo, hija de los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Su presencia provocó una oleada de reacciones en redes sociales, donde muchos cuestionaron las razones detrás de su regreso a una plataforma estrechamente vinculada con el régimen sandinista.
De candidata opositora a símbolo de contradicción
En julio de 2021, Quezada fue postulada como candidata a la vicepresidencia por el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL). Su breve incursión política terminó abruptamente cuando el Consejo Supremo Electoral (CSE) la inhabilitó y el Ministerio Público la acusó de “provocación, proposición y conspiración para cometer actos terroristas”.
Su “delito” fue llamar a votar y declarar públicamente que “Nicaragua no quería más dictaduras”.
Tras su arresto domiciliario y posterior exclusión de la vida pública, Quezada afirmó haber roto cualquier vínculo con los Ortega Murillo, especialmente con Camila Ortega y su plataforma Nicaragua Diseña, creada en 2012 con recursos estatales bajo el discurso de “impulsar el talento nacional”.
El retorno a la pasarela del poder
Cuatro años después, Quezada volvió al escenario que antes criticó. Desfiló en Nicaragua Diseña vistiendo un traje que muchos describieron como una alegoría de bufón, saludando sonriente al público.
El gesto, aparentemente trivial, encendió el debate. Algunos internautas, la acusaron de “legitimar al régimen” y de “perder coherencia política” otros interpretaron su reaparición como un acto de supervivencia en un entorno donde incluso las figuras públicas deben adaptarse para no ser marginadas.
“Quizás no se trata de aplausos ni de moda comentó un analista en redes sino de lo que hay que hacer para seguir respirando en un país donde la neutralidad también se castiga.”
Nicaragua Diseña: la vitrina del poder familiar
El evento Nicaragua Diseña, bajo la dirección de Camila Ortega Murillo, ha sido señalado por diversos sectores como un instrumento de propaganda cultural del régimen.
Pese a la crisis económica y al deterioro de servicios básicos como salud y educación, la pasarela sigue recibiendo financiamiento público, y sus desfiles son cada vez más ostentosos y cargados de simbolismo político.
La plataforma, presentada oficialmente como un espacio de promoción artística, funciona también como una extensión estética del poder, donde los hijos de la pareja presidencial exhiben sus proyectos personales con recursos del Estado.
Recientemente, el evento firmó un convenio con la Fundación INCANTO, dirigida por Laureano Ortega Murillo, otro de los hijos del matrimonio gobernante, para la confección de trajes y vestuario artístico.
Como en ocasiones anteriores, el acuerdo omitió detalles financieros, una práctica recurrente que impide la fiscalización pública y alimenta los cuestionamientos por corrupción y opacidad.
Entre luces, silencios y contradicciones
El regreso de Berenice Quezada no solo marcó una sorpresa en el ámbito de la moda, sino que también reavivó el debate sobre la doble moral y la supervivencia en contextos autoritarios.
Su presencia en un evento ligado a los Ortega Murillo es interpretada por muchos como una capitulación simbólica, mientras otros la ven como un retrato fiel de lo que significa vivir, trabajar y resistir bajo una dictadura que lo controla todo: incluso la pasarela



