Asfura admite diálogo con Ortega y Murillo y promete “hermandad” con la dictadura nicaragüense
El presidente electo de Honduras, Nasry Asfura, confirmó que sostuvo una conversación directa con Daniel Ortega y Rosario Murillo y dejó claro que su gobierno mantendrá una relación de cercanía con el régimen sandinista, pese a las denuncias internacionales por crímenes de lesa humanidad, represión política y anulación total de la democracia en Nicaragua.
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DaríoMedios Internacional
12/29/20252 min read


El presidente electo de Honduras, Nasry Asfura, reconoció públicamente que sostuvo una conversación telefónica con Daniel Ortega y Rosario Murillo, a quienes trató como interlocutores legítimos y con quienes aseguró que mantendrá una relación de “hermandad” entre ambos países.
Las declaraciones fueron brindadas en una entrevista a CNN en español, donde Asfura afirmó que el diálogo giró en torno a la “paz” y la “tranquilidad” regional, sin hacer ninguna mención a la crisis política, la represión sistemática ni al cierre absoluto de las libertades públicas en Nicaragua.
“Somos países vecinos y debemos mantener la mayor hermandad posible”, afirmó Asfura, evitando cualquier referencia al carácter autoritario del régimen sandinista.
El posicionamiento del mandatario electo hondureño resulta especialmente polémico debido a que, en la misma entrevista, sí reconoció que en Venezuela “no hay democracia”, pero optó por guardar silencio sobre la situación nicaragüense, pese a los informes de la ONU, la CIDH y organismos internacionales que documentan detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, persecución religiosa y el destierro de opositores.
Normalización política del autoritarismo
El tono conciliador de Asfura ha sido interpretado como una señal de normalización diplomática hacia el régimen Ortega-Murillo, que gobierna Nicaragua sin elecciones libres, con partidos ilegalizados, prensa independiente clausurada y más de un centenar de presos políticos, muchos de ellos desaparecidos de facto.
Para sectores críticos, el discurso de “hermandad” ignora deliberadamente que Nicaragua atraviesa una de las peores crisis democráticas del continente y que el régimen sandinista utiliza las relaciones regionales para sostener una fachada de legitimidad internacional.
Rechazo desde el exilio nicaragüense
Desde el exilio, voces de la oposición nicaragüense reaccionaron con preocupación ante las declaraciones de Asfura. Dirigentes opositores recordaron que reconocer políticamente a Ortega y Murillo implica legitimar un sistema que ha desmantelado el Estado de derecho y criminalizado toda disidencia.
De acuerdo con Nicaragua Investiga, organizaciones opositoras han instado al futuro gobierno hondureño a no convertirse en un aliado silencioso del autoritarismo y a asumir una postura coherente con los principios democráticos que dice defender.
Asfura asumirá la presidencia de Honduras en enero, en un contexto regional marcado por el avance de regímenes autoritarios, el debilitamiento institucional y una creciente tensión entre los discursos diplomáticos y la realidad de los derechos humanos en Centroamérica.


