Castro acepta resultados y llama a la estabilidad democrática

La mandataria hondureña anunció este jueves que reconocerá al ganador de las elecciones generales celebradas el pasado 30 de noviembre, en un gesto que reduce la incertidumbre política en Honduras un país que enfrenta uno de los procesos electorales más ajustados de su historia reciente.

El anuncio se realizó durante una ceremonia militar en Tegucigalpa, donde Castro también nombró al general Roosevelt Hernández como nuevo ministro de Defensa tras su retiro como jefe del Estado Mayor Conjunto.

“Aún en estas difíciles circunstancias, he sido respetuosa de la ley y de la Constitución de la República, y para mantener la paz en nuestro país, respetaré al ganador que proclame el Consejo Nacional Electoral”, enfatizó Castro en su discurso.

Transición pacífica y respeto institucional

Castro subrayó que su decisión busca garantizar una transición pacífica y el respeto al orden constitucional, tras las tensiones generadas por solicitudes de recuento total de actas presidenciales por parte de su partido Libre y otros agrupamientos políticos, que finalmente fueron rechazadas por el Consejo Nacional Electoral por razones legales.

La presidenta hondureña aseguró que su gobierno facilitará el proceso de transición una vez que el CNE emita la declaratoria oficial, cuyo plazo legal vence el 30 de diciembre.

Escrutinio especial de actas y proceso clave

Horas después del anuncio, el CNE inició el escrutinio especial de 2.792 actas con inconsistencias, proceso considerado crucial para la definición final del nuevo presidente y las autoridades legislativas y municipales.

El conteo comenzó con observadores nacionales e internacionales en el centro de acopio electoral, iniciando con actas de un centro de votación de La Ceiba. Se proyecta que el escrutinio podría prolongarse por unos cinco días, con resultados finales potencialmente anunciados antes de la Navidad.

Un contexto regional marcado por la política exterior

La decisión de Castro se produce en un contexto regional complejo. Aunque su postura actual se centra en la estabilidad democrática en Honduras, analistas y opositores nicaragüenses han señalado a Castro como una figura que ha mantenido un posicionamiento diplomático relativamente cercano al régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo, especialmente en espacios como el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).

Organizaciones opositoras nicaragüenses criticaron a la presidenta hondureña por abogar a favor de candidaturas promovidas por el oficialismo de Managua en la Secretaría General del SICA, argumentando que tales posiciones fortalecen a líderes con cuestionamientos sobre democracia y derechos humanos.

Reacciones y percepciones

La decisión de Castro ha sido bien recibida por sectores políticos e instituciones que valoran el respeto al proceso electoral y la estabilidad democrática, aunque también ha generado debate sobre el papel de Honduras en el entramado político regional.

Mientras algunos sectores destacan el gesto como un ejemplo de compromiso institucional, otros analistas subrayan que la política exterior de Castro, caracterizada por un diálogo pragmático con gobiernos de distintas orientaciones ideológicas incluido el régimen de Ortega continúa siendo objeto de atención y crítica en el contexto centroamericano.

Con el reconocimiento previsto del ganador electoral y el desarrollo del escrutinio especial, Honduras avanza hacia una transición pacífica de poder, en un momento en el que la administración de Xiomara Castro equilibra prioridades internas con sus relaciones regionales en un entorno político volátil.