La Purísima bajo control del régimen: Monseñor Báez denuncia la manipulación de la fe

El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, advirtió que la dictadura Ortega-Murillo ha convertido una tradición religiosa en un instrumento de propaganda, vaciando de sentido espiritual la devoción mariana de Nicaragua.

ESCENARIO NACIONALNACIÓN

DaríoMedios Internacional

11/9/20252 min read

A pocos días del inicio de la novena en honor a la Inmaculada Concepción de María, monseñor Silvio Báez lanzó una nueva denuncia contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, acusándolo de manipular las fiestas de La Purísima para fines políticos y comerciales.

“Como los mercaderes de Jerusalén, los poderosos inicuos han querido también hacer de la Iglesia un mercado, manipulando las fiestas religiosas. Un ejemplo claro es lo que hacen cada año con la fiesta de la Purísima en Nicaragua. No permitamos que hagan de la fiesta de la Virgen un mercado”, expresó Báez durante su homilía dominical.

El prelado llamó a los nicaragüenses a rescatar el sentido original de esta tradición, una de las más antiguas del país y a celebrarla en familia, con oración, fe y compromiso espiritual. Desde su exilio pastoral en Miami, Báez pidió aprovechar la novena para “orar por la liberación de Nicaragua y por el fin de la opresión que vive el pueblo”.

Fe frente a la represión

El obispo recordó que la devoción mariana siempre ha sido un refugio espiritual en tiempos de sufrimiento, especialmente desde la represión de 2018, que dejó más de 355 muertos y miles de exiliados, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

“En la calidez de nuestros hogares, pidiendo por la liberación de nuestra patria. No dejemos que los hijos de las tinieblas hagan un mercado de la fiesta de la Purísima”, exhortó el obispo, invitando a los fieles a mantener viva la fe sin ceder ante la manipulación del poder.

Persecución a la Iglesia en Nicaragua

El informe “Nicaragua: ¿Una Iglesia Perseguida?”, elaborado por la investigadora Martha Patricia Molina, documenta más de mil ataques perpetrados entre 2018 y 2025 contra sacerdotes, monjas, seminaristas y fieles.

Entre las agresiones destacan el encarcelamiento y exilio de religiosos, el cierre y confiscación de medios católicos, profanaciones, vandalismo y la censura total de la actividad pastoral.

En los últimos años, el régimen ha intentado reemplazar las procesiones y celebraciones católicas por actos partidarios organizados por la vicepresidenta Rosario Murillo, quien se autoproclama promotora de la “fe popular” mientras encarcela y destierra a sacerdotes.

Un llamado a la conciencia

Monseñor Báez recordó que el verdadero espíritu de La Purísima no puede coexistir con la mentira ni la opresión. “La Virgen María fue pobre, libre y solidaria. No permitamos que su fiesta sea usada por quienes desprecian la verdad y la justicia”, enfatizó.

El mensaje del obispo resuena como una advertencia moral en un país donde la fe se mantiene como último bastión frente al control absoluto del poder político.