El plan de Trump: presión total sobre las dictaduras latinoamericanas

Donald Trump perfila una estrategia de “máxima presión” contra los regímenes de Daniel Ortega y Nicolás Maduro, con sanciones, bloqueos y medidas económicas.

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DaríoMedios Internacional

10/21/20252 min read

Donald Trump ha dejado clara su receta para enfrentar a las dictaduras latinoamericanas: presión total, sanciones económicas y demostraciones de fuerza militar cuando sea necesario.

Mientras en Caracas la estrategia se centra en el asedio político y militar, con Daniel Ortega el golpe apunta a ser económico y comercial, utilizando el comercio como principal arma de presión.

Maduro bajo asedio

Trump acusó formalmente a Nicolás Maduro y a altos mandos de su régimen de narcoterrorismo, vinculándolos con el envío de toneladas de cocaína a Estados Unidos. Poco después, Washington desplegó una operación militar naval en el Caribe, oficialmente para “combatir el narcotráfico”, pero con el claro mensaje de que la Casa Blanca estaba dispuesta a cercar a Maduro por mar e incluso contemplar una acción terrestre.

La ofensiva buscaba aislar a Venezuela y enviar un aviso directo a otros gobiernos autoritarios de la región.

El cerco económico a Ortega

En el caso de Nicaragua, la política estadounidense se inclina hacia un bloqueo económico progresivo.

La Oficina del Representante Comercial de EE. UU. (USTR) inició recientemente una investigación bajo la “Sección 301”, concluyendo que el régimen Ortega Murillo viola los derechos laborales y humanos, lo que podría derivar en sanciones comerciales y la suspensión de beneficios bajo el DR-CAFTA.

El objetivo: aplicar un modelo de “estrangulamiento económico” que golpee directamente las fuentes de ingreso del régimen, el castigo a Ortega no será con tropas, será con tarifas.

Trump ha convertido los aranceles en su principal herramienta de negociación internacional. Durante su administración, impuso tarifas elevadas a China, México y Canadá, no solo por razones comerciales, sino también como instrumento de presión política y migratoria.

Nicaragua no sería la excepción. La estrategia apunta a golpear la economía del régimen y a ponerlo contra las cuerdas sin necesidad de intervención militar directa.

Un golpe directo a la economía nicaragüense

De concretarse estas sanciones, el golpe sería severo para Nicaragua.

Más del 60 % de las exportaciones del país dependen del mercado estadounidense, especialmente en los sectores textil, agroindustrial y manufacturero. La reducción de ingresos por exportaciones podría asfixiar financieramente al régimen sandinista, que se sostiene gracias al flujo constante de divisas provenientes de Estados Unidos.

De materializarse la amenaza, Ortega y Murillo enfrentarían su prueba más dura desde la crisis de 2018, cuando el país vivió su mayor levantamiento social en décadas.

Presión sin retorno

El plan de Trump no busca negociación, sino rendición por desgaste.

A través de sanciones, bloqueos y aislamiento económico, Washington pretende reducir el margen de maniobra de las dictaduras latinoamericanas.

Mientras Maduro enfrenta el cerco militar y Ortega el económico, la señal es clara: Estados Unidos volverá a usar su poder comercial y diplomático para castigar a los regímenes autoritarios de la región.