En un anuncio histórico este martes, el presidente Joe Biden ha revelado una serie de medidas que transformarán el panorama migratorio de Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.). Estas disposiciones permitirán que cónyuges e hijos indocumentados de ciudadanos estadounidenses puedan solicitar la residencia legal permanente sin necesidad de salir del país, una reforma significativa que beneficiará a aproximadamente 500,000 familias estadounidenses y a 50,000 hijos de migrantes menores de 21 años.

Hasta ahora, aquellos que entraron de manera irregular y estaban casados con ciudadanos estadounidenses debían abandonar el país y esperar hasta diez años antes de poder presentar una solicitud de residencia desde el extranjero. Este proceso, además de ser costoso y traumático, disuadía a muchos de intentar regularizar su situación. La nueva medida introduce un mecanismo conocido como “parole in place”, permitiendo a los solicitantes gestionar sus trámites sin salir de EE.UU., lo que no solo evita la separación familiar, sino que también ofrece una solución más humanitaria y práctica.

Requisitos y beneficiarios

Los beneficiarios de estas nuevas disposiciones deben cumplir ciertos criterios específicos:

• Residencia en EE.UU. por al menos 10 años: Solo los inmigrantes que hayan vivido en el país desde antes del 17 de junio de 2014 serán elegibles.
• Matrimonio legal con un ciudadano estadounidense: El matrimonio debe ser legalmente válido y comprobable mediante documentación verificable.
• No representar una amenaza: Los solicitantes no deben representar un peligro para la seguridad nacional y deben cumplir con todos los trámites que se publicarán próximamente en el Registro Federal.
• Protección contra la deportación: Aquellos que reciban la aprobación podrán solicitar la residencia permanente dentro de un plazo de tres años y recibirán un permiso de trabajo mientras tanto.

La nueva medida no solo beneficia a los cónyuges e hijos de ciudadanos estadounidenses, sino que también extiende sus beneficios a los “Dreamers” y a los beneficiarios del programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia). Estos jóvenes inmigrantes, que llegaron al país siendo niños y que a menudo enfrentan barreras significativas para regularizar su estatus, ahora tendrán una vía más directa para obtener visas de trabajo, siempre que tengan una oferta de empleo altamente cualificada y se hayan graduado de instituciones de educación superior en EE.UU.

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La nueva medida migratoria de Biden: un avance histórico para familias de estatus mixto 2

El anuncio de Biden llega en un momento políticamente cargado, contrastando drásticamente con las políticas migratorias de la administración anterior de Donald Trump, que se centraron en la deportación masiva y la separación familiar. Biden ha subrayado que su enfoque es más humanitario y práctico, destacando que “no separa a las familias” y “promueve la unidad familiar y fortalece nuestra economía”.

Sin embargo, la medida también ha sido recibida con escepticismo y críticas, especialmente de los sectores más conservadores que argumentan que estas disposiciones podrían incentivar la inmigración ilegal. Por otro lado, organizaciones pro-migrantes y legisladores del ala progresista del Partido Demócrata han aplaudido la iniciativa, aunque también han señalado que se trata de un parche temporal en un sistema migratorio que requiere una reforma integral y duradera.

El Departamento de Seguridad Nacional estima que los inmigrantes que se acogerán a esta medida han residido en EE.UU. una media de 23 años, la mayoría provenientes de México y Centroamérica. Este detalle subraya la profundidad del arraigo de estos individuos y sus familias en la sociedad estadounidense.

A pesar de la significativa cobertura mediática y el apoyo de ciertos sectores, la implementación y éxito de esta reforma dependerán de la claridad y accesibilidad de los nuevos procesos, cuya publicación está prevista para finales de verano en el Registro Federal. Además, persiste la necesidad de que el Congreso adopte medidas más amplias y permanentes para abordar de manera integral los desafíos del sistema migratorio estadounidense.

La reforma anunciada por el presidente Biden representa un avance crucial y esperado por muchas familias de estatus mixto en Estados Unidos. Al ofrecer una vía para la regularización sin necesidad de separación familiar, la administración actual envía un mensaje de compasión y pragmatismo. No obstante, esta medida también subraya la urgencia de una reforma migratoria integral que asegure soluciones duraderas para todos los involucrados.