Los adolescentes Never José Robledo Martínez, de 16 años, y Wilfredo Antonio Obando Obando, de 13 años, murieron este jueves tras ser impactados por un rayo. El infortunio ocurrió en la comunidad San Miguel, municipio de Muelle de los Bueyes, Caribe Sur. Los familiares de las víctimas se enteraron de la tragedia en horas de la noche cuando salieron en su búsqueda al no regresar a sus viviendas.

Según medios locales, Wilfredo cumpliría 14 años el próximo 7 de julio, y junto a Never, estudiaba en el Colegio San José, en Muelle de los Bueyes.

El pasado 25 de abril, Katelin Dixon Stevens, de 18 años, también murió tras sufrir una descarga eléctrica en Bonanza, Caribe Norte. Además, Adriana Romero Montoya, una joven de 25 años, fue alcanzada por un rayo mientras lavaba los pañales de su bebé de 18 meses en el patio de su casa durante un torrencial aguacero con tormentas eléctricas.

Según el clausurado Centro Humboldt, en los últimos cinco años el promedio anual ha sido de 10 fallecimientos por impacto de rayo. Se alerta sobre el aumento de los riesgos en los meses de septiembre y octubre, cuando se presentan más temporales. Los departamentos donde más personas han muerto por impacto de rayo son Chinandega, León, San Juan del Sur, Cayos Miskitos y Bluefields.

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Dos adolescentes mueren tras ser impactados por un rayo 2

Abdel García, experto en temas climáticos del ilegalizado Centro Humboldt, señala que las muertes por rayo raras veces son casuales y se deben a la falta de precaución de los habitantes durante las tormentas eléctricas. “Ocurren porque los pobladores están a la intemperie al momento de las tormentas. En las zonas rurales es aún más riesgoso porque las víctimas a menudo están atendiendo el ganado o cultivos”, explicó.

Pérdidas en el ganado

Además de las muertes humanas, también hay pérdidas considerables en el ganado, ya que los rayos matan a cientos de cabezas cada año en las fincas.

El aire es un conductor eléctrico. “Las personas suelen abrir las ventanas de las viviendas para que entre el aire cuando está lloviendo, lo cual es un error”, expresó García. Sostuvo que un niño en Dipilto falleció por el impacto de un rayo dentro de su casa, atribuido a la presencia de aire fresco en el interior porque el menor estaba sentado en una silla de hierro.

Según la NASA, los rayos pueden tener una potencia eléctrica de hasta 30 millones de voltios y una temperatura de hasta 30,000 grados, cinco veces más caliente que la superficie del Sol. Viajan a una velocidad de hasta 115,000,000 kilómetros por hora y caen en la Tierra al menos 100 veces por segundo. El Centro Espacial Kennedy de la NASA recomienda alejarse de televisores, computadoras y otros dispositivos electrónicos durante una tormenta. Asimismo, sugiere evitar acercarse a árboles altos y aislados y no frecuentar colinas durante las tormentas eléctricas.

La caída de rayos es común

Un experto en temas climáticos, que prefirió el anonimato, señaló que la caída de rayos es uno de los fenómenos naturales más habituales, con cerca de 3 millones de descargas eléctricas diarias en el mundo, es decir, 44 por segundo. Aunque las probabilidades de recibir el impacto de un rayo son mínimas (una en 500,000 al año), cuando esto sucede puede ser mortal. En caso de tormenta eléctrica, lo ideal es refugiarse en un lugar cerrado y quedarse bajo una estructura resistente. “No hay que estar al aire libre; es más peligroso un campo que una playa, ya que los árboles atraen a los rayos”, subrayó.

El experto concluyó que las personas deberían prestar atención y ser conscientes de la importancia de protegerse ante este tipo de incidentes climáticos, ya sea en la vía pública, de vacaciones en la playa, en un recital o participando en un espectáculo deportivo. Con la tecnología actual y disponible, se pueden prevenir muchas tragedias.