Rosa Pérez Rosales, es una madre de familia que tiene cinco hijos que oscilan entre tres a doce años y habita junto a ellos y su compañero de vida en un humilde barrio de la ciudad del Sauce, León, Nicaragua. Quien narra los dificultades que pasan debido a la situación económica que se vive en el país.
Expresó la sencilla mujer a DaríoMedios Internacional que todos los productos para la alimentación encarecen todos los días, “te va a la pulpería y te dicen la libra de arroz subió de precio y no se diga los frijoles, el aceite y las verduras”, atestiguó.
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“Imagínense que ahora las tortillas las compramos a tres por diez córdobas porque las tortilleras alegan que el quintal de maíz lo adquieren a más de ochocientos córdobas, mientras la libra de frijoles a 34 córdobas.
Incluso, hasta el viaje de leña ha subido, “antes lo comprábamos a quinientos córdobas y ahora cuesta setecientos córdobas, porque los leñadores dicen que hay pocos árboles secos en la huerta y que los dueños de las fincas han incrementado el valor por el derecho a corte”, manifestó.
Igualmente añadió que las vendedoras de frijoles cocidos no te venden diez córdobas, es de veinte córdobas para arriba y la cantidad queda en el fondo de la taza o del pichel. “Nosotros que somos siete miembros, se podrá suponer cuánto alcanzamos con veinte córdobas”, destacó.
Sector informal proporciona bajísimos salarios debido a la situación Económica
Señaló Rosa que su marido trabaja de ayudante de albañil con un sueldo de ciento cincuenta córdobas diario, sin embargo, debido a la situación económica sostiene que para ayudarle a los gastos de la casa, debe lava ropa a cuarenta córdobas la docena, si salen tres docenas, recibo ciento veinte córdobas de pago.
“Con esos ingresos no podemos comer carne, pollos, ni cerdo, y verduras, que por cierto están por las nubes. Quizás nos alcanza para comprar arroz, frijoles, crema de bolsa y el aceite”, declaró.
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Determinó que para las familias pobres como la de ella, ahora es un lujo comer carne, pollo, verduras y queso porque no tienen la capacidad económica y nos tenemos que resignar a alimentarnos con gallo pinto, y tomates, porque hasta los huevos cuestan siete córdobas cada uno.
