El Instituto Nicaragüense de Defensa del Consumidor (Indec), reporta que del 100% de los casos de reclamos, al menos el 48% son por alta facturación en energía eléctrica, quejas que cada día se vuelven más común.
Marvin Pomares, director del Indec, señaló que en lo que va del año, han recibido ocho mil quejas por altos consumos en los recibos de energía eléctrica, de ciudadanos provenientes de distintos departamentos de Nicaragua.
“Nosotros llevamos 15 mil 625 ciudadanos que han venido a poner sus denuncias en cuanto a energía, de esos el 48 por ciento corresponden a la alta facturación”, explicó Marvin Pomares, director del Indec.
Según Pomares, los reclamos de los ciudadanos recaen contra la empresa distribuidora de la energía eléctrica por supuestas malas lecturas en los medidores del servicio ubicado en las viviendas.
“Con un número que se equivoque el lector, la factura ya no sale con su valor real, a veces vos consumís por decir algo, 300 córdobas mensuales y te sale en 5 mil o al revés”, denunció el defensor de los consumidores.
El titular del Instituto Nicaragüense de Defensa del Consumidor, recomendó a los ciudadanos optimizar el uso de la energía eléctrica en los hogares, llevando un control del consumo a través del medidor para sustentar cualquier alteración en la factura.
Ciudadanos se quejan por alta facturación en energía eléctrica
En Nicaragua, los ciudadanos se quejan por alta facturación en energía eléctrica, afirmando que el alto costo en el pliego tarifario los está llevando a un colapso económico y por más que intenten ahorrar consumo, los recibos siempre llegan altos.
“Yo pagaba 500 córdobas, en la casa no usamos lavadora, ni hornos eléctricos y desde hace dos meses los recibos llegan de 750 córdobas cuando en la casa pasa durante el día. Yo no uso abanicos, ni refrigeradora”, se quejó doña María Saldaña.
La mujer de 70 años, dijo que como jubilada, la empresa le hace un descuento en las facturas, pero a pesar de ello, considera que paga una cantidad que no es la que consume.
“Repentinamente el recibo salió más caro, yo pensé que era por los abanicos durante las temporadas de calores, decidió economizar energía, no usar planchas, no mantener luces mucho tiempo encendidas y el recibo no baja, yo ni televisión miro”, agregó.
Otros ciudadanos creen que el alto consumo se debe a que la dictadura está sangrando a los nicaragüenses para el pago mensual de los “árboles de la vida”, unas arbolatas metálicas que Rosario Murillo, vicedictadora del país mandó a sembrar en toda Nicaragua.
Cada árbollata, bautizada por los nicaragüenses como “chayopalos”, se ilumina con mil bobillos led y al mes consumen la energía promedio de 10 mil viviendas que gastan 150 kilowatt mensuales en energía eléctrica.