El caso de lavado de dinero y crimen organizado a través de compra venta de ganado que se ventila en los juzgados Chinandeganos, alcanza dimensiones económicas apenas medibles.
Miles de dólares y córdobas, así como centenares de reses, son parte de los bienes ocupados a los acusados de estos delitos.
Mientras se llevaba a cabo la audiencia inicial, en las afueras del complejo se apostaron al rededor de doscientos productores.
Según Adolfo Tórrez, representante de los ganaderos en Mulukuku, llegaron desde Río Blanco, el miércoles por la noche, ellos abogaron por la inocencia del acusado José Mercedes Oporta y de su esposa Blanca Azucena Rivera, aún prófuga , quiénes aseguran son perseguidos injustamente:”se trata de una familia que se dedica a la compra venta de ganado desde hace muchos años, jamás preguntan a sus compradores de dónde sacan el dinero para realizar la transacción, ellos venden porque ese es su negocio, lo mismo hacen centenares de ganaderos de nuestra zona entonces nos sentimos en riesgo”. declaró.
En horas de la mañana de este viernes, Dora Oporta, hermana del reo José Mercedes, denunció que más de doscientas cabezas de ganado eran extraídas de la finca y llevadas a camiones: “éste no solo es el patrimonio de mi hermano, es el patrimonio de una familia completa, de años de trabajo, si aún no hay sentencia por qué están llevándose los animales?”. Se preguntaba.
Hace una semana ocurrió lo mismo con al menos doscientas cabezas de ganado que se encontraban en propiedades de Elvira Acosta, el abogado defensor Ricardo Magnales, dijo que se trata de un ganado legal ya que la actividad comercial de Acosta es esa: “lo meten a pasto y luego lo venden, tenemos cada escritura de esas compras, no sabemos qué fin tuvo”.
Quién asegura sí saber que ocurrió con sus reses es Sergio Ignacio Escorcia, hijo de Sergio Escorcia, quien se encuentra prófugo, según el joven la policía retiró de la propiedad de su padre semovientes que eran ajenos y que apenas había adquirido hace un mes “a mí me perjudicaron, trabajé con un préstamo bancario, metí mi ganado en propiedad de mi padre porque me ayudaba con el pasto y ahora se llevaron todo y hasta las subastaron en Tipitapa, todo lo vendieron a precios ridículos”.
Un hermano de Escorcia de nombre Juan José, dijo que trabaja en una Western Unión que operaba en Villanueva y le ocuparon el dinero de la agencia, por lo que cerró desde el día de los operativos.
No es una buena racha para los vinculados comercial o familiarmente a los acusados, la mayoría de estos son tratados cómo testaferros pero ellos se declaran víctimas. Se ignora dónde se encuentra todo el ganado ocupado y el fin que tendrá, así como las cantidades de dinero en efectivo que hasta hoy son números productos de la especulación.