La Asociación de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) ha sido reconocida con el Premio de Derechos Humanos 2024, otorgado por la fundación alemana Friedrich-Ebert-Stiftung (FES). Este galardón, que resalta el compromiso de organizaciones y personas en la promoción de los derechos humanos a nivel mundial, se enfoca en la labor incansable que ha desempeñado PCIN en defensa de la libertad de expresión y la prensa, especialmente en un contexto de represión y violaciones sistemáticas en Nicaragua.

El reconocimiento fue anunciado oficialmente mediante una carta dirigida a la Junta Directiva de PCIN, donde se destacó el “trabajo incansable” que ha realizado la organización desde el estallido de la crisis sociopolítica en Nicaragua en 2018. Esta crisis, que provocó una oleada de protestas masivas en contra del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, se convirtió en un punto de inflexión para los periodistas del país, que comenzaron a enfrentar una serie de agresiones por parte del régimen, que incluían hostigamientos, amenazas, detenciones arbitrarias y el cierre forzado de medios de comunicación independientes.

La presidenta del PCIN, la periodista nicaragüense exiliada Martha Irene Sánchez, expresó su gratitud al conocer la noticia. “Nos honra que nos otorguen este premio, porque nos ubica como una organización destacada en la defensa de los derechos humanos, promoviendo la verdad a través del periodismo y la denuncia”, señaló Sánchez. Para ella, este reconocimiento internacional representa no solo un logro institucional, sino también un “abrazo al alma” para todos aquellos periodistas que han sido víctimas de violaciones sistemáticas a sus derechos, lo que ha llevado al exilio a cientos de ellos.

Desde 2018, la PCIN ha documentado exhaustivamente las agresiones contra periodistas y comunicadores en Nicaragua. En su más reciente informe, la organización denunció que al menos 275 periodistas han sido forzados al exilio debido a la intensificación de la represión. Además, entre 2018 y 2023, se han cerrado más de 50 medios de comunicación, entre ellos diarios históricos como La Prensa, y canales de televisión críticos como 100 % Noticias y Confidencial. Muchos de estos medios fueron allanados y sus propiedades confiscadas sin que hasta la fecha se haya restituido ninguno de ellos.

El trabajo de PCIN no se limita a la documentación de los abusos, sino que también ha brindado apoyo directo a periodistas que han sido perseguidos, ayudándoles a reconstruir sus vidas en el exilio y a continuar con su labor informativa desde fuera de las fronteras de Nicaragua. Con sede en Costa Rica, PCIN ha sido un faro de esperanza para los comunicadores exiliados, ofreciendo redes de apoyo, recursos y capacitación para seguir ejerciendo el periodismo de manera independiente y segura.

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Fotografía de Despacho 505

El contexto nicaragüense en el que opera PCIN está marcado por un régimen autoritario que ha transformado al país en uno de los lugares más peligrosos para el ejercicio de la prensa en América Latina. Desde la reforma constitucional de 2014, que permitió a Daniel Ortega ser reelegido indefinidamente, el país ha visto una erosión constante de sus instituciones democráticas y una consolidación del poder en manos del presidente y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo. La represión violenta de las protestas de 2018 y la posterior criminalización de los medios independientes han dejado un panorama desolador para la libertad de expresión en el país.

El Premio de Derechos Humanos 2024 será entregado en Berlín, Alemania, el próximo 26 de noviembre, en una ceremonia que contará con la presencia de periodistas exiliadas como Wendy Quintero y Lucía Pineda, quienes recibirán el galardón en representación de PCIN. Ambas han sido víctimas directas de la represión estatal: Quintero fue perseguida por su labor como defensora de derechos humanos, mientras que Pineda, quien dirigía el canal 100 % Noticias, fue encarcelada en 2018 por sus reportajes críticos hacia el gobierno y posteriormente desnacionalizada.

Este galardón no solo honra el trabajo de PCIN, sino que también visibiliza la grave situación de los derechos humanos en Nicaragua, donde el periodismo independiente ha sido prácticamente aniquilado por las políticas represivas del régimen sandinista. Para Martha Irene Sánchez, el premio representa un respaldo internacional crucial en momentos en que la comunidad de periodistas nicaragüenses, tanto dentro como fuera del país, sigue luchando por mantener viva la verdad y la justicia.

Cabe destacar que no es la primera vez que la fundación Friedrich Ebert premia a activistas de América Latina. En 2019, la hondureña Miriam Miranda, reconocida por su defensa del pueblo garífuna y la protección del medio ambiente, recibió el mismo galardón. También lo han obtenido movimientos de gran impacto social en la región, como la Ruta Pacífica de las Mujeres en Colombia y la activista mexicana Marcelina Bautista, quien aboga por los derechos de las trabajadoras del hogar.

El reconocimiento a PCIN llega en un momento en que el panorama de derechos humanos en Nicaragua sigue deteriorándose, pero también representa una señal de esperanza para aquellos que, desde el exilio o en clandestinidad, continúan luchando por el derecho a la información y la libertad de expresión en el país.