En los últimos días sacerdotes de la diócesis de Matagalpa han sido detenidos por parte de agentes policiales al servicio del régimen de Daniel Ortega, este miércoles se conoció del destierro de siete religiosos que la dictadura mando a Roma.
Ante estos sucesos la abogada y especialistas en temas religiosos y que da seguimiento a la persecución de sacerdotes en Nicaragua, Martha Patricia Molina dijo a Darío Medios Internacional, durante una entrevista con el director de este medio Aníbal Toruño, que a pesar del silencio sepulcral que mantiene el religioso desterrado la figura de él les causa terror a los Ortega Murillo, pues saben de su labor pastoral y que no es un sacerdote que se queda de brazos cruzados
“la figura del obispo Álvarez continúa creando terror en la pareja dictatorial, porque conocen que Álvarez, aunque está en el silencio sepulcral, él continúa dominando todo lo que tiene que ver con la pastoral de sus diócesis, no es un cura que se queda con los brazos cruzados y esto es lo que le afecta a la dictadura y quieren que el papa Francisco elimine la figura de Álvarez y ponga a otro obispo frente a la diócesis”, explicó la especialista.
Indicó que el papa Francisco no va estar haciendo los caprichos que pide la dictadura y descarto los rumores de un posible acuerdo entre el Vaticano, la iglesia católica en Nicaragua y la dictadura, pues manifestó que el vaticano siempre va buscar el dialogo y la paz, y que con este régimen no se puede negociar.
“No creo que haya una negociación transparente y equitativa, es mentira y lo evidencian los ataques que hemos vistos y lo que demuestran es una imposición de pensamiento de la dictadura, como todo Estado criminal hacia el vaticano que busca la paz, el orden y la democracia, pero obviamente no se puede negociar con estos delincuentes” continuó Molina.
Aseveró que a pesar del odio que la dictadura tiene contra la religión católica y los ataques que esta iglesia ha venido sufriendo por parte de los Ortega-Murillo, la iglesia católica no es arrodillada a este régimen y se puede reflejar en cómo han luchado por desaparecer la diócesis de Matagalpa, pues más del 70 % de los religiosos han tenido que dejar de ejercer su labor pastoral en el país, ya sea por la persecución, algunos están resguardando su integridad y otros desterrados, pero aún así es una iglesia fuerte amparada en los principios del cristianismo, dijo la abogada y especialista social.
Denunciar las detenciones
Martha Patricia Molina también manifestó que tiene conocimiento de 15 personas detenidas en Matagalpa relacionadas a la iglesia católica y aprovecho Darío Medios Internacional, para hacerle el llamado a los familiares de los tenidos, paraqué denuncien, “ es importante que las familias que tienen personas secuestrados, busquen como contactar a las organizaciones de derechos humanos internacionales y hagan estas denuncias porque hay que evidenciar lo que hace la dictadura y como continúa vulnerando los derechos de los nicaragüenses”
Y recordó el caso del joven católico Carlos Bojorges que fue detenido en enero de este año y cuando la familia llega a preguntar por él, le dicen que lo busque en la morgue, “entonces yo no creo que dejen en libertad a estas 15 personas” por eso la denuncia es importante, puntualizó.
También dijo que tenía conocimiento “que han estado sacando a un grupo de presos políticos, y se presumen que también sean desterrado, porque lo que quieren es deshacerse de estas personas que ellos consideran como peligrosos y vamos a ver después nuevamente las cárceles llenas de presos políticos y religiosos”, porque la persecución no se detiene, Molina manifestó que los destierros cometidos por la dictadura son delitos de lesa humanidad.