En horas de la tarde del 15 de febrero del 2023, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo hizo publica una lista en la que despojaba de la nacionalidad a 94 ciudadanos nicaragüenses, bajo la excusa de que habían cometido «traición a la patria».
La resolución fue leída por el juez Ernesto Rodríguez, magistrado del Tribunal de Apelaciones de Managua, aparándose la dictadura en la Ley 1145, que reformó el artículo 21 de la Constitución Política de Nicaragua.
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En la lista de negra de desnacionalizados están nueve periodistas nicaragüenses (tres mujeres y seis varones) que desde el 2018 se convirtieron en enemigos número uno del régimen Ortega-Murillo y que pese al exilio forzado que viven no han dejado de informar sobre la realidad que vive el país.
Los nueve periodistas nicaragüenses desnacionalizados por Ortega
Aníbal Toruño, director de Darío Medios Internacional, quien en tres ocasiones (la primera en 1984) se ha tenido que exiliar para salvar su vida y la de su familia.
Pese a que en el 2018 hombres encapuchados quemaron su radio emisora en León y posterior se la robaron, no ha dejado de informar y realizar periodismo desde el exilo.
«Formar parte de un grupo de 94 ciudadanos, entre ellos algunos colegas, ha sido una experiencia muy dura y difícil, adicional al exilio que ya vivíamos (…) y definitivamente que la dictadura se han encargado de quitarnos el derecho constitucional y humano de un nicaragüense que lleva a su tierra en su piel», relató Toruño, quien señaló todas las dificultades que contrae una desnacionalización.
A la vez destacó la acogida que países democráticos hicieron con los los desnacionalizados por Ortega, entre ellos España, quien concretó y cumplió su promesa de inicializar a los nicaragüenses víctimas de apatridia.
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Asimismo recalcó que la desnacionalización «es desbastador y golpea (…); y esta tragedia se sigue dando, siendo algo que cuesta asimilarlo, pero yo no dejo de reinventarme y de hacer las cosas que siempre he soñado y que mi padre me enseñó, hacer periodismo y seguimos creciendo y sobre todo seguimos siendo nicaragüenses».
Wilfredo Miranda Aburto, cofundador de Divergentes. Tuvo que exiliarse en 2021, por segunda vez en Costa Rica, luego de haber asistido a una entrevista a la Fiscalía donde fue cuestionado por su labor periodística.
Miranda, quien también es periodista de El País, ha continuado con sus trabajos investigativos, razones por la cual la dictadura no lo dejó en paz hasta desnacionalizarlo.
David Quintana, director de Boletín Ecológico y periodista del medio televisivo Ticavision. Por su labor periodística fue acusado por difamación, obligado a pagar una multa de más de 13 mil córdobas y en 2021 tuvo que exiliarse luego de recibir una serie de amenazas.
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«A un año de que Ortega me puso en la honorifica lista de 94 ciudadanos que demandan la libertades públicas de Nicaragua, sigo informando con la credibilidad y profesionalismo que me caracteriza, dando cobertura a la Asamblea Legislativa costarricense», expresó el periodista a Darío Medios Internacional.
Además de ejercer el periodismo, Quintana se ha dedicado a vender comida para poder sobrevivir. «En mis tiempos libres hago platillo gourmet por encargo, sin descuidar mi trabajo periodístico», contó.
«Esta desnacionalización fortaleció la convicción de seguir haciendo periodismo independiente porque si no tenemos nacionalidad es porque fuimos incómodos para el poder, y seguiremos informado a la población», remarcó.
Carlos Fernando Chamorro, director de Confidencial, obligado a exiliarse en dos ocasiones de forma consecutiva en Costa Rica. En 2019, la dictadura orteguista le robó sus equipos e instalaciones y en 2021 la Policía orteguista allanó unas oficinas que alquilaba en Managua, donde también confiscó todo.
Pese a remar contra la corriente, Chamorro y su equipo de periodistas siguen desde el exilio trabajando haciendo periodismo investigativo.
Luis Galeano, director de Café con Voz. Obligado en 2018 a exiliarse. La apatridia que vive no ha impedido que su proyecto perióstico se detenga, al contrario sigue infirmando.
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«Yo sigo haciendo periodismo porque tengo una responsabilidad independiente de las decisiones arbitrarias que tome la dictadura», dijo el periodista a este medio de comunicación.
Subrayó, además, que la administración de Ortega ha intentado desmoralizar a los periodistas nicaragüenses para que aún fuera del país dejen de informar. «La dictadura se equivocó, yo tengo más de cinco años de estar haciendo el mismo periodismo responsable (…) desnudando a la dictadura, diciéndole a la gente las tropelías y barbaridades que ellos (Daniel Ortega y Rosario Murillo) cometen».
«Han querido poner un bozal a los periodistas nicaragüenses pero no han podido, porque nuestra lucha es por la libertad de Nicaragua y la libertad de prensa y de pensamiento; y en so no vamos a claudicar», añadió Galeano.
Álvaro Navarro: «La dictadura se esquivó conmigo»
Otro de los apátridas es Álvaro Navarro, director de Artículo 66. Luego de cumplir con una cita a la Fiscalía, donde desfilaron decenas de periodistas, se le cuestionó su trabajo, tuvo que salir al exilio hacia Costa Rica, donde hasta el día de hoy no ha dejado, junto a su quipo de trabajo, de informar.
Estas son las palabras íntegras del periodista Álvaro Navarro en entrevista exclusiva a este medio de comunicación:
Cuando recibí esa noticia, sin duda fue un golpe emocional. Me golpeó en mi sentido de patria, fue cómo que de repente me dijeran que no tenía madre. Y me dolió profundamente.
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Aunque ese hecho particular no me lo esperaba, siempre he estado bien claro que estamos bajo una dictadura y que una dictadura es cruel, despiadada y también criminal. Y he sabido que este régimen tiene otra particularidad que es absurdo. Que cada día se supera así mismo y que no escatimará ningún esfuerzo para imponer su odio y su terror, así que tampoco me sorprendió tanto.
Luego de esa acción criminal de despojarme de mi nacionalidad ha habido consecuencias legales. El hecho de no tener pasaporte, ni registro, ni poder entrar a mi país, ni poder defender mis cosas que tanto me han costado, ni poder ver a mi familia, ni ejercer mi oficio en mi país, por supuesto que afecta.
No obstante, la determinación ha sido seguir. Continuar haciendo periodismo, seguir publicando lo que la dictadura no quiere que se sepa. Hemos hecho más periodismo, hemos publicado más investigaciones, hemos denunciado con más fuerza las violaciones a los derechos humanos que comete el régimen, hemos asumido nuestro derecho a ejercer el periodismo con mayor determinación y compromiso y he enfrentado con valentía y dignidad ese despojo espurio.
Daniel Ortega y Rosario Murillo se enredaron conmigo. Sus acciones le salen mal siempre y conmigo fue y será peor. Sigo de pie, sigo comprometido con mi país, sigo aferrado al periodismo, sigo escribiendo noticias, investigando su corrupción y sigo publicando. Pero sobre todo, ahora amo más a mi país.
Tres mujeres periodistas nicaragüenses sin nacionalidad
En la lista de periodistas apátridas no pudieron falta tres mujeres que han informado sobre la realidad que vive el país y que debido a ello han sido objeto de persecución, amenazas y difamación.
Jennifer Ortiz, directora de Nicaragua Investiga. La originaria de Managua, dos veces se ha exilado luego de recibir amenazas en su contra y ser difamada por trabajadores y aduladores de Ortega, entre ellos William Grigsby, director dela propagandística Radio La Primerísima. Pese a los obstáculos que ha tenido que enfrentar, siguen informando.
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Lucía Pineda, directora de 100% Noticias y exrea política de la dictadura orteguista. Luego de su excarcelación en 2019, decidió quedarse en Costa Rica para seguir infirmando.
«Yo sigo siendo nicaragüense, nacida en San Carlos, río San Juan y eso no se quita por una ilegal resolución judicial. Hace un año, llovió la solidaridad. Varios países ofrecieron la nacionalidad a nicaragüenses desnacionalizados. Gracias a Dios, yo no quedé totalmente desprotegida, ya contaba con la nacionalidad costarricense, mi segunda patria, mi otra nación donde sí se me han respetado mis derechos», detalló Pineda a Darío Medios internacional.
«Decir que soy de Nicaragua y Costa Rica me llena de mucho orgullo. La dictadura de ortega en Nicaragua me ha maltratado, robado mis propiedades, me encarcelaron y Costa Rica me ha abrazado y protegido», afirmó.
Además recordó que también cuenta con la nacionalidad española, la e asegura que tomó «para aceptar ese respaldo humano y político ante la atrocidad de Daniel Ortega y Rosario Murillo en condenarnos a la apatridia, a dejar según ellos de existir».
Patricia Orozco, directora de Agenda Propia. Expropiada de su bienes y obligada al exiliarse para proteger su vida, luego de ser víctima de amenazas de cárcel y e muerte.
A un año del destierro, estos hombres y mujeres de prensa nicaragüenses aseguran que siguen en pie, luchando por ver a una Nicaragua libre.