En una acción temeraria, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo estableció relaciones con el régimen talibán, situación que ha sido considerada como peligrosa para Nicaragua según la han expresado detractores de la dictadura de Ortega. Las relaciones entre estos dos regímenes se oficializo con designación de Michael Campbell como embajador ante el Emirato Islámico de Afganistán.
El régimen talibán, que tomó el poder en 2021, es considerado una organización terrorista y Nicaragua se convierte en uno de los contados países que tienen nexos diplomáticos. “Agradecemos al Emirato Islámico de Afganistán, ese pueblo, ese gobierno, del beneplácito que ha entregado a nuestro compañero Michael Campbell, al Pueblo y Gobierno de Nicaragua”, informó con entusiasmo.
El régimen talibán es considerado como una organización terrorista y Nicaragua se convierte en uno de los pocos países que tienen vínculos diplomáticos, actualmente entre los países que reconocen al talibán como gobierno legítimo se encuentra Rusia, China, Pakistán, Turkmenistán y Qatar.
Para Arturo McFields, exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), esta decisión de la dictadura de Ortega y murillo debe ser observada muy de cerca por Estados Unidos.
El exdiplomático plantea que una de las acciones que podrían resultar de la formalización del vínculo entre Nicaragua y Afganistán es el otorgamiento de libre visado. Lo dice porque el acercamiento se da en momentos en que Nicaragua se ubica como un gran facilitador de la migración irregular hacia Estados Unidos, una operación que utiliza como arma contra el gobierno de ese país y como un lucrativo negocio.
“Una visa de viaje gratuita está en camino. Estados Unidos debería prestar atención a esto. Nicaragua es un trampolín perfecto para la migración ilegal. Los talibanes en el patio trasero de Estados Unidos”, advirtió McFields luego que Murillo informara que Afganistán había dado el beneplácito a Campbell como embajador concurrente.
Mujeres y niñas sus principales victimas
Los talibanes pueden estar cometiendo crímenes de lesa humanidad contra las mujeres y niñas afganas, como el crimen de persecución por razones de género, esto según información del relator de ONU sobre los derechos humanos en Afganistán, Richard Bennett.
“En mis consultas con supervivientes de Afganistán, en particular mujeres, enfatizan que lo que describe sus experiencias puede denominarse un apartheid de género y reclaman que se reconozca esto como un crimen de lesa humanidad”, recalcó el experto en la presentación de un nuevo informe al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
el experto señaló además que este sistema de opresión se está intensificando, con 52 edictos promulgados por las autoridades afganas de facto desde el pasado año, que no han hecho más que incrementar las restricciones impuestas a las mujeres.
Entre las medidas más recientes, el régimen talibán anunció la rebaja al mínimo de los salarios de las funcionarias estatales, a las que previamente ya se les había prohibido acudir a sus puestos de trabajo.
“La eliminación de las mujeres de la función pública afecta aún más a su capacidad de ser vistas y escuchadas y de participar en los procesos de toma de decisiones que afectan directamente a sus vidas”, advirtió la alta comisionada adjunta de la ONU para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, en la misma sesión del Consejo.
Los talibanes también han negado el acceso a la educación a más de tres millones de niñas, apartándolas inicialmente del nivel secundario y más recientemente cerrando el acceso de las jóvenes a las universidades.
Con información de la agencia de Noticias EFE